“Una fiesta en Toledo”, así titulaba la crónica del día siguiente el diario La Libertad hace 90 años, al hacer referencia al primer partido oficial de balonmano femenino en nuestro país del que se tiene constancia. Corría el año 1933 cuando la F.U.E (Federación Universitaria Escolar) organizó el primer campeonato de balonmano que abrió el encuentro entre el Instituto Francés y la Facultad de Filosofía y Letras.
El partido tuvo lugar en las instalaciones deportivas de la E.C.G de Toledo. Un duelo que quedaba enmarcado en las peculiaridades de la época. Los equipos de hand-ball estaban compuestos por 11 integrantes, frente a los 7 actuales. Además, ese partido estuvo arbitrado por dos colegiados, lo que puede parecer normal en la actualidad, pero no lo era en la época.
La competición oficial estaba conformada por la participación del Instituto Francés, Escuela de Comercio, Filosofía y Letras, y Selección de Bachillerato. En este primer Campeonato Universitario se contó con la colaboración de Deutscher Turnverein (organización deportiva de la población alemana en España) que fue quien prestó el asesoramiento técnico del juego y quien introdujo las reglas organizativas.
Sin embargo, si hay que destacar una figura es la de Rosita Ruiz Ferry, directora y entrenadora de la Sección Femenina de la F.U.E. (desde 1932) y portera del equipo de balonmano del Instituto Francés. Fue nombrada por la institución como responsable de la promoción de este nuevo deporte, que estaba enmarcado dentro de la sección femenina deportiva, promovida por el sector más progresista de la universidad.
No fue hasta un año después cuando se celebró el primer partido disputado en la Ciudad Universitaria madrileña protagonizado por el Instituto Francés y el Instituto Cervantes. Un hito digno de ser expuesto y del que se tienen documentos gráficos publicados en la revista Crónica, acompañados de una entrevista a Rosita Ruiz Ferry que cuenta con declaraciones, cuanto menos, reseñables. Y es que no hay que olvidar que hace casi un siglo de estos acontecimientos y de que el balonmano femenino llegara a nuestras tierras para quedarse y convertirse en el deporte de éxito creciente que es hoy en día.
Fotografía: Baldomero hijo