El Barcelona se marcha del Mundial de Clubes tras dos derrotas consecutivas que le alejan de la medalla. El equipo de Carlos Ortega no está acostumbrado a conformarse, pero esta vez tendrá que hacerlo con la 4º posición del campeonato. Los anfitriones aprovecharon un inicio errático y desacertado de los azulgranas para ponerse por encima, lo que sería decisivo a pesar de la mejoría del equipo español en la segunda mitad del encuentro.
Ni el aficionado más optimista del equipo egipcio podría haber pronosticado lo que pasaría en los primeros minutos. Los anfitriones del Campeonato Mundial de Clubes Masculino de la IHF 2024, lograban una ventaja de ocho goles, 18:8, después de los primeros 23 minutos de juego. Daba igual que el Barcelona fuera claramente el favorito. Los pronósticos no achicaron a un equipo que tenía decidido hacer historia. El partido por la medalla de bronce se convertiría en uno de los momentos más prestigiosos en la historia de Al-Ahly.
Lo cierto es que el equipo egipcio mantuvo a raya a los culés durante 23 minutos, tanto en ataque como en defensa. A pesar de que el Barcelona ganó sin problemas a Al-ahly hace apenas unos días, en esta ocasión, se vieron impotentes ante los golpes sucesivos de los egipcios. Un impecable Mohsen Ramadan, quien lideró el ataque mientras que Mohamed Ibrahim echaba el cerrojo. El portero local realizó 10 paradas con una eficiencia del 42%, seis más que que Gonzalo Pérez de Vargas y Emil Nielsen combinados.
A pesar del desconcierto de los azulgranas, el campeón de la Champions nunca se rinde ante un reto. Con el extremo derecho Blaz Janc en excelente forma, con cinco goles, la brecha se redujo al final del primer tiempo, ya que, en los últimos siete minutos de la primera mitad, el Barça casi igualó la producción egipcia de los 23 minutos anteriores, recortando la ventaja de Al-Ahly a solo tres goles, 18:15.
Cerca de la remontada
Un arranque contundente en la segunda mitad permitió al Barcelona acercarse a un solo gol, 23:22, tras 39 minutos de juego, pero Al-Ahly no tenía intenciones de ceder. Un tiempo muerto solicitado por su entrenador, Stefan Madsen, revitalizó al conjunto egipcio, que retomó el control del partido y logró ampliar la diferencia a tres goles, 26:23, cuando restaban apenas 13 minutos.
Una vez más, la chispa del Barcelona parecía apagarse, con su ofensiva fallando tiros cruciales, lo que dio a los locales, que recuperaron su capacidad habitual de anotar con facilidad, la oportunidad de seguir aspirando a una victoria histórica. Mientras tanto, el segundo portero de Al-Ahly, Abdelrahman Taha, se lucía bajo los palos con seis paradas y una efectividad del 55% a tan solo cuatro minutos del final.
El Barcelona no pudo obrar el milagro, y Al-Ahly selló la victoria con un marcador final de 32:29, su mayor triunfo contra un rival europeo. La destacada actuación colectiva del equipo egipcio dejó una de las sorpresas más grandes en la historia del Campeonato Mundial de Clubes Masculino de la IHF.
Con este resultado, Al-Ahly subió al podio del Campeonato Mundial de Clubes Masculino de la IHF por segunda vez en su trayectoria, tras haber alcanzado el segundo puesto en 2007, cuando el torneo también se disputó en Egipto. Además, esta fue apenas su segunda victoria frente a un conjunto europeo, pero, sin lugar a duda, una de las más memorables para el club.
El Barcelona se queda con el 4º puesto. Sabrá a poco a unos jugadores acostumbrados a ganarlo todo. Se trata de un pequeño pero en un año histórico de los azulgranas.
Fotografía: FC Barcelona
Infografía: RFEBM