No era ninguna reválida, ni mucho menos, si bien el empate logrado por los nórdicos sobre la bocina, no dejó un buen sabor de boca.
La selección arrancó muy seria, frente a una Noruega que plantó cara en todo momento, fuertes, muy fuertes en defensa, y con un ataque solvente liderado por el omnipresente Cristian Kjelling.
Valero, que quiso dar oportunidad a todos los jugadores, arrancó con un equipo caracterizado por la juventud y el talento.