El partido que abría el Campeonato del Mundo de Croacia ’09 no tuvo resolución definitiva hasta los últimos segundos, ya que el cuadro coreano llegó a tener entre las cuerdas a los anfitriones, que sólo gracias a las genialidades de Vori y los dos últimos goles de un gris Metlicic, lograban sumar los dos primeros puntos del mundial.
Tras una ceremonia de inauguración sobria, pero espectacular, con un Spaladium Arena de Split totalmente abarrotado (12.100 espectadores), Croacia se presentaba ante su afición, con la presión de partir como gran favorita para hacerse con el cetro mundial.