EFE.
Según los medios locales, los atacantes confundieron al pivote con la persona a la que buscaban y se inició una pelea, que continuó luego en la calle. Cozma recibió una herida de arma blanca en el corazón y falleció luego en el hospital
Un ajuste de cuentas y un error de identificación fueron los ingredientes que, la madrugada del domingo, pudieron jugar en contra de la estrella rumana del balonmano Marian Cozma, que murió tras recibir una puñalada durante una pelea en una discoteca de la ciudad húngara de Veszprém.
Ésa es la versión del suceso del que la prensa húngara se está haciendo eco con más fuerza y, según la cual, los agresores de Cozma y sus compañeros del equipo local de balonmano MKB Veszprém acudieron al local en busca de otra persona.
Según el diario electrónico "Index", los agresores del pivote rumano habían tenido una discusión previamente con un individuo de elevada estatura, asiduo visitante del local "Patrióta". Por ello, acudieron a la discoteca, en la que en ese momento Cozma, de 211 centímetros de altura y 113 kilos de peso, se encontraba con sus compañeros de equipo.
Según los medios locales, los atacantes confundieron al pivote con la persona a la que buscaban y se inició una pelea, que continuó luego en la calle. Cozma recibió una herida de arma blanca en el corazón y falleció luego en el hospital mientras que dos compañeros, el croata Ivan Pesic y el serbio Zarko Sesum, también resultaron heridos y se encuentran ingresados.
Esta versión fue ratificada por el propietario de un restaurante de la ciudad, que el sábado por la tarde fue testigo de una pelea, en la que al parecer estuvo implicado uno de los agresores de Cozma. Este testimonio, recogido por la página web del Ayuntamiento de Veszprém, indica que esa persona reunió a un grupo de amigos y se dirigió a la discoteca para desquitarse.
Otra de las teorías difundidas por la prensa local es que la pelea se inició cuando los deportistas afearon su conducta a un grupo de personas que se negó a abonar sus consumiciones a una camarera. El local donde se inició la pelea, también conocido como Bar "Skorpió", es una discoteca tranquila y en la que habitualmente no se registran sucesos violentos.
La Policía austríaca ya ha detenido en la frontera con Hungría a tres sospechosos relacionados con la muerte de Cozma al tiempo que continúa la búsqueda de una cuarta persona en territorio magiar.