El Pevafersa Valladolid aguantó la presión que supuso recibir cuatro exclusiones en cinco minutos durante la segunda parte y logró mantenerse con vida para el partido de vuelta, que se disputará el próximo sábado, si bien pudo haber logrado un mejor resultado de no ser por los numerosos fallos cometidos.
Los vallisoletanos salieron en tromba a la cancha del Nordhorn y, merced a una seria defensa y a una buena labor de equipo, consiguieron un parcial de 1-4 en los primeros cinco minutos que obligaron al técnico local, Ola Lindgren, a solicitar el primer tiempo muerto.
El parón no pudo ser más efectivo ya que, tras aumentar la intensidad defensiva, el Nordhorn se apuntó un parcial de 6-1, lo que les permitió dar la vuelta al marcador (7-5) con una evidente comodidad, ya que los vallisoletanos se mostraron impotentes para frenar las incursiones de los germanos.
El técnico vallisoletano, Juan Carlos Pastor, pidió un tiempo muerto que también fue positivo para el conjunto español, ya que la aportación de Perales, volvió a equilibrar el electrónico (7-7).
Pero los alemanes empezaron a hacerse, de forma paulatina, con las riendas del partido y, gracias a una férrea defensa, y a la calidad de jugadores como Przybecki, Weinhold y Sprem, que no falló ni un gol desde el extremo, consiguieron una pequeña brecha de tres goles (15-12) en el minuto 24.
El principal problema de los vallisoletanos fue que, a excepción de Óscar Perales y Tvedten, que se mostraron muy efectivos en el terreno ofensivo, no contaron con laterales que asumieran la responsabilidad de lanzamiento y ni Bilbija, al que Pastor dejó pronto en el banquillo, ni Hugo López, estuvieron centrados.
Por este motivo, con una desorganizada defensa y Sierra lejos del nivel al que acostumbra -que recuperaría en la segunda parte-, el Pevafersa llegó al descanso con una desventaja de tres goles (20-17) y con un jugador menos de cara a la reanudación, ya que Prieto fue excluido en el 29'.
Pero el Pevafersa se creció ante la adversidad y, de nuevo con un Perales magistral y un excelente trabajo defensivo, recuperó el control en el marcador (21-23) en el minuto 42, que Lindgren intentó frenar solicitando un nuevo tiempo muerto para pedir más intensidad a sus jugadores.
Los vallisoletanos mantuvieron el tipo a pesar de que el Nordhorn jugó al extremo en defensa, ante la permisividad de los colegiados que, sin embargo, empezaron a castigar sin piedad al Pevafersa hasta el punto que desde el 22-24 en el minuto 44, mostraron hasta cuatro exclusiones, lo que permitió al cuadro local recuperar la renta de tres goles (28-25).
Pastor pidió un tiempo muerto para pedir tranquilidad a sus jugadores en la recta final del partido y pedirles concentración ante la avalancha de exclusiones que estaban sufriendo. La experiencia acumulada tras cinco finales europeas les permitió conservar la calma y llegar al final con sólo un gol de desventaja (31-30), lo que les mantiene con vida para la vuelta en Valladolid.
Ficha técnica
31 - Nordhorn: Gentzel (Katsigiannis, ps), Verjans, Machulla (1), Weinhold (7), Przybecki (10), Sprem (7, 1p), Stojkovic (3), Karlsson y Szücs (3).
30 - Pevafersa Valladolid: Sierra (Lorger, ps), Eduard Fernández (2), Asier Antonio, Tvedten (7, 3p), Milosavljevic (1), Ávila, Entrerríos (4), Bilbija (1), Hugo López (2), Perales (9), Prieto (4), Rentero y Krivokapic.
Marcador: 1-4, 4-5, 8-8, 12-11, 16-13, 20-17 (descanso); 21-21, 21-22, 24-25, 27-25, 30-27 y 31-30 (final).
Árbitros: Korbes y Migas (Grecia). Excluyeron dos minutos a Verjans (min.21 y 34), Karlsson (min.45) y Stojkovic (min.58) por parte del Nordhorn y a Hugo (min.23), Prieto (min.29 y 44), Asier Antonio (min.36), Ávila (min.45), Tvedten (min.47) y Entrerríos (min.49), por parte del Pevafersa Valladolid.
Incidencias: Encuentro de ida de la final de la Recopa de Europa disputado en el pabellón Euregium Nordhorn ante unos 4.200 espectadores.