Finaliza la Challenge Cup con el partido del MKS Perla Lublin y el Rocasa Gran Canaria ACE (27:23) que caía en tierras polacas y tenía que conformarse con la plata de esta competición europea. Partido de muchisima intensidad desde el primer minuto con ambos conjuntos imprimiendo un ritmo de juego muy rápido para intentar sacar el máximo provecho a sus transiciones.
Los dos equipos apostaban por un sistema defensivo muy diferente al de su adversario, con las canarias tratando de paliar el potente lanzamiento exterior de sus contrincantes mediante un 3:2:1 y con las polacas muy arropadas en un 6:0 contundente, tratando de hacer valer su imponente físico donde tan sólo daban profundidad para intentar controlar el brazo de Sayna Mbengue.
Tras unos primeros minutos de intercambio de goles y algunas pérdidas de balón propias de los inicios algo dubitativos que se suelen producir en encuentros de esta trascendencia, las polacas comenzaban a coger los primeros goles de renta gracias a la falta de claridad en el ataque español y a las grandes paradas de su portera. Por su parte, la defensa canaria tampoco conseguía ajustarse y por momentos se mostraba muy individualizada, lo cuál dejaba muchos espacios en la línea que explotaba perfectamente la pivote polaca.
Antonio Moreno fue consciente de estos desajustes y paró el partido en el minuto 21, con el 10-6 en el marcador, para precisamente pedir más claridad y decisión en las acciones de sus jugadoras.
El tiempo muerto surgía efecto, la defensa juntaba líneas y comenzaba a emplearse con mayor contundencia respaldadas por una inconmensurable Silvia Navarro que mantenía a su equipo en la final. Por su parte, en ataque resurgía la figura de Haridian Rodriguez para convertirse en la pesadilla de las polacas durante los últimos compases del primer tiempo y permitir llegar al Rocasa a tan sólo 2 goles de diferencia al descanso (13-11).
La segunda parte, a pesar de comenzar con superioridad numérica para las nuestras, seguía el guión del comienzo del partido, con errores en lanzamientos claros por parte de las canarias y con el equipo polaco aumentando la renta a cinco tantos mediante el lanzamiento exterior y el juego con pivote.
Antonio Moreno, viendo que el partido se escapaba, movía el banquillo colocando una primera línea con más movilidad con Toscano en el centro y Pizzo y Maria González a ambos lados, para tratar de darle mayor fluidez y velocidad al ataque canario que se encontraba algo atascado.
De nuevo la medida conseguía el efecto deseado y Maria González cogía la batuta del equipo para conseguir varias opciones de gol entre 1 y 2, retomando la conexión con el pivote que tanto beneficio había dado en el primer tiempo. Todo esto provocaba que el entrenador polaco parase el partido en el minuto 41 con un 18:16 en el marcador.
Tras el parón, el equipo polaco volvía a coger algo de renta, exhibiendo la gran variedad de su juego al hacer llegar balones a zonas exteriores pero entonces, era la joven Carmen Toscano la que se destapaba en ataque en momentos de gran complejidad con inferioridad incluida para las nuestras. En una gran demostración de carácter y garra, Rocasa conseguía presentarse en los últimos 10 minutos empate en el marcador y con todo por decidir.
A partir de este momento, con la posibilidad de un empate que favorecería a las españolas, se abría un nuevo partido y por desagracia comenzaba como las 2 partes anteriores, con un Lublin que aumentaba su intensidad defensiva y un conjunto canario que cometía varios errores por precipitaciones en el ataque que, junto a una exclusión en defensa, dejaban el desenlace del partido muy cuesta arriba. Antonio Moreno apelaba a la épica pero esta vez no fue suficiente y el conjunto insular acabó cayendo por un 27:23 que les deja sin premio, pero que no debe empañar el gran trabajo y actitud mostrado durante toda la eliminatoria.
Fotografía: Rocasa Gran Canaria ACE