La selección española ha vivido hoy la intensidad de la tercera jornada de la primera fase del Campeonato de Europa 2010 que se está disputando en Austria, tras empatar a 24 (10:10 al descanso) frente a Francia, vigente campeón olímpico y mundial, en una remontada épica que consiguió enjugar una diferencia de 6 goles abajo para acabar teniendo baló de partido.
Valero volvió a apostar de salida por el dibujo natural en la primera línea con Gurbindo, Iker y Chema, siendo Tomás y Juanín los extremos, Julen en los seis metros y el capitán Hombrados bajo palos.
Desde los primeros compases se hacía un sentimiento de respeto mutuo entre ambos equipos, lo que fue la tónica general del encuentro. Una salida fulgurante del equipo español, basada una vez más en la férrea defensa que está destacando en todo el Europeo, Juanín y Tomás salían como estiletes tras dos robos consecutivos, obteniendo un primer parcial de 0:3 (1:4 en el 5’).
Víctor reeditó su papel de avanzado en mixta sobre Karabatic en la posición de central, disuadiendo en la zona lateral cuando éste rotaba la posición y aportando ayudas en toda la primera línea. Nuevamente una clase magistral, de pizarra, que logró contener el poderío ofensivo de los campeones olímpicos, ante la incredulidad de un onesta que se mostraba sorprendido.
Una gran defensa sólo fraccionada por las individualidades galas
Sin embargo, la calidad individual de los galos en el uno contra uno y en el dos contra dos les sirvió de argumentos para no irse del partido, así como las notables intervenciones de Omeyer, impidiendo que España se despegara en el marcador.
Francia empata a 7 cumplido el minuto 17’40”, momento en el que Valero introducía a Raúl por Alberto para dar más movilidad a un ataque que sufría la no menos destacable defensa francesa, jugando con Iker en la derecha.
Hombrados, con una actuación estelar en el primer acto del choque, deteniendo dos penaltis, incorporaba el duelo en porterías para que no faltara de nada, mientras que Julen se manejaba como un coloso entre las rocas galas, acabando los primeros treinta minutos como máximo goleador (4 goles), al igual que Juanín, éste con dos de dos desde los siete metros.
Al descanso, tablas en el luminoso (10:10), y respeto, mucho respeto entre dos de los mejores balonmanos del mundo.
La reanudación Francia pareció aprenderse la lección, y apretando en defensa, provocó dos pérdidas consecutivas del ataque español, lo que junto a dos intervenciones de Omeyer, y una exclusión de Malmagro, penalti incluido, desembocó en un parcial 0:4 que ponía tierra de por medio (15:11, en el minuto 38), obligando a Valero a pedir un tiempo muerto para recomponer el dibujo de los suyos.
Una remontada para el recuerdo
Otros dos minutos para Prieto eran aprovechados por Francia para alcanzar la máxima renta 18:12. Sin embargo el equipo no decayó, mostrándose firme sobre la pista, y pese a no optimizar dos superioridades, sí apretó bajando al 6:0 en defensa, llegando a ponerse uno abajo (54’), lo que obligaba a onesta a pedir un tiempo muerto ya que el juego francés se había cortocircuitado por completo.
Malmagro desde el extremó lograba la igualada a 21, culminando la épica en una remontada que se antoja histórica, ojo, ante el mejor equipo del mundo.
Bertrand Gille, incansable, sacaba petróleo recogiendo un rechace tras una nueva defensa perfecta del cuadro español, que en el 6:0 dejaba al descubierto las escasas carencias de Francia.
A renglón seguido, Alberto Entrerríos asumió los galones y en la segunda oleada del contraataque volvía a colocar la igualdad en el marcador. Dos minutos para el final y la temperatura del choque hacía saltar los termómetros, cuando tras una nueva recuperación atrás, Víctor Tomás, anotaba el 22:23, ante la atónita mirada de jugadores, técnicos, aficionados y periodistas franceses, que veían como el público que abarrotaba el Arena Nova se ponía del lado español, reconociendo la intensidad de la segunda mitad.
Punto de oro para la segunda fase
Un siete metros decretado por la pareja arbitral y anotado por Joli volvía a igualar el choque. La réplica, nuevamente de Alberto Entreríos, lanzando con decisión y colocando el 23:24 a falta de poco más de un minuto.
Los instantes siguientes fueron de infarto. Pérdida de Francia, precipitación de España en un pase, y nuevo penalti para los galos, hasta el punto de reflejarse en su cara el asombro por una acción, al menos, controvertida.
Joli hizo el empate, y hasta con el reloj a cero, el postrero lanzamiento de Iker Romero abría la caja de ilusiones de la afición cuando el balón goleaba la red, pero por fuera.
El 24:24 final refleja la igualdad, pero sobre todo la aplicación de una lección táctica que, además de servir como remontada, a punto estuvo de dar la victoria a un equipo que celebraba en el vestuario el reencontrarse con el mejor balonmano.
Mañana a las 10:10 h. el equipo viajará en avión a Innsbruck para la disputa de la segunda fase ante los rivales clasificados del grupo C, Polonia, Eslovenia y Alemania, ya que Suecia queda fuera tras perder sus tres partidos.
Ficha técnica:
Francia. 24 (10+14)
Omeyer, Fernández, Dinart, Karabatic (5), Abalo (4), Sorhaindo (1), Guigou (2) –siete inicial-, Karaboue (ps), Gille G., Gille B. (4), Narcisse (2), Joli (4p), Junillon (1), Bosquet (1), Ostertag
España. 24 (10+14)
Hombrados, Tomás (2),García (6, 3p), Gurbindo, Aguinagalde (6), Romero (1), Rodríguez (1) – siete inicial –Entrerríos A. (4), Prieto, Garabaya, Ugalde, Entrerríos R. (2), Malmagro (2), Aguirrezabalaga, Morros.
Parciales cada 5’:
1:4 / 4:6 / 5:7 / 8:9 / 9:9 / 10:10 –descanso- 13:11 / 17:12 / 18:14 / 20:16 / 21:20 / 24:24
Árbitros: Gousko y Repkin (Bileorrusia). Excluyeron a Fernández, Karabatic, Sorhaindo y Ostertag por Francia; y Prieto (2), Malmagro por España.
Arena Nova de Wiener Neustadt. Lleno. 5.200 espectadores