El nuevo seleccionador de las Guerreras Juveniles, Pablo Perea, ofreció a principios de este mes la convocatoria para afrontar el Torneo Scandibérico que se disputa en la localidad noruega de Hønefoss. Para el evento, el técnico apostó por mantener el bloque que disputó el pasado verano el Campeonato de Europa de Eslovenia 2019.
Entre las jugadoras, Raquel Moré, una de las convocadas para disputar dicho torneo en Noruega. A pesar de su juventud, Raquel acumula mucha experiencia en su palmarés: Campeona de España con la selección catalana en etapa cadete dos veces, integrante de la selección nacional desde la etapa promesas y, además, forma parte de un grupo de entrenamiento de alto rendimiento en la Blume de Esplugues de Llobregat que gestiona la Federación Catalana de Balonmano.
“A veces también presión, por estar representado a todas las chicas que juegan y no pueden estar aquí”
La joven catalana recuerda la primera vez que fue convocada con la española con mucha ilusión y ganas, pero también con nervios e incluso un poco de miedo. “A veces también presión, por estar representado a todas las chicas que juegan y no pueden estar aquí”, asegura Raquel Moré.
La jugadora del Handbol Sant Vicenç está disfrutando ya de minutos con el DHP siendo en algunos encuentros incluso la máxima goleadora, un gran cambio que ella valora positivamente “es un salto importante, el cambio de pasar de la categoría juvenil a la sénior, y más todavía en DHP, hace que el ritmo de juego sea mucho más alto y que el nivel de contacto, fuerza y choque entre jugadoras sea mayor. De hecho para ella “ha supuesto un gran cambio que intento coger con ilusión, para aprender de mis compañeras y seguir mejorando para poder hacer el cambio definitivo la temporada que viene y estar en las mejores condiciones posibles para afrontarlo”.
La lateral izquierdo dedica su vida plenamente al balonmano, y quiere seguir haciéndolo ya que sus objetivos a corto plazo son claros “seguir mejorando en todos los aspectos del juego, tanto de manera individual como colectiva, con el club, la territorial y el equipo nacional”.
Como cualquier jugadora de alto rendimiento, le gustaría a largo plazo jugar en la élite, al máximo nivel y exigencia posible y “en unos años terminar en la selección absoluta”. Selección que próximamente viajará a Tokio para disputar el Campeonato del Mundo, un evento para el que Raquel tiene muchas esperanzas puestas en ellas ya que asegura que “es una selección muy competa, hay jugadoras un poco más veteranas y otras que son muy jóvenes, pero creo que la mezcla es genial y que todas van a sacar lo mejor de sí mismas para luchar cada minuto de cada partido”.
“Todos los partidos se deciden después de haberse jugado, es por eso que creo que todos los equipos parten de las mismas condiciones y por lo tanto que parten con todas las posibilidades de ganar o de perder. También creo que todos confiamos al 100% en nuestra selección, y estoy segura de que van a sacar todo lo que tienen dentro y van a competir al máximo siempre hasta el final”.
