Cada 23 de junio se celebra el 'Día Olímpico' -Olympic Day en inglés-, que conmemora el aniversario del nacimiento de los Juegos Olímpicos de la era moderna -en 1894-. Este año dicha efeméride cobra una especial relevancia ante la situación provocada por el COVID-19, que ha obligado a posponer los Juegos Olímpicos de Tokio al verano de 2021, algo que ha motivado a deportistas de múltiples disciplinas a inculcar, más que nunca, los valores del olimpismo en la sociedad.
Aprovechando este día, desde la Real Federación Española de Balonmano queremos repasar de forma breve el paso del balonmano español por las distintas citas olímpicas, destacando sus mejores momentos y mirando hacia el futuro, hacia Japón, donde, esperemos, nuestro deporte nos siga dando muchas alegrías.
Los Hispanos debutaron en Múnich 1972, en la primera presencia del balonmano como disciplina olímpica tal y como hoy la conocemos, indoor. Desde entonces, tan solo ha fallado en dos ocasiones a unos Juegos Olímpicos: Montreal 1976 y Río 2016. Habría que esperar hasta Atlanta 1996 para celebrar la primera medalla olímpica en la historia del balonmano español, un bronce muy especial y con una anécdota recordada para siempre: Mateo Garralda dividió su medalla de bronce en dos para regalársela a Enric Masip, que no pudo estar en tierras americanas debido a una lesión.
Cuatro años después se repetiría resultado, otra medalla de bronce en Sidney 2000 que serviría de despedida para jugadores muy importantes de aquella selección como Iñaki Urdangarín o Alberto Urdiales. América, Oceanía... y por último Asia, ya que ocho años más tarde, en Pekín 2008, la selección sumaba su tercer y, hasta hoy, último bronce en unos Juegos Olímpicos. Ahora, tras ganar por segunda vez consecutiva el Campeonato de Europa y obtener la clasificación directa, los Hispanos tratarán de escalar posiciones en el medallero y lograr, por qué no, su primer oro olímpico en Tokio.
La trayectoria de las Guerreras en la cita olímpica es algo más corta, pero no por ello menos repleta de éxitos y grandes momentos. El combinado nacional femenino ha participado en cuatro Juegos Olímpicos, debutando en casa, en Barcelona 1992. Tras un séptimo puesto y un sexto en Atenas 2004, las denominadas entonces como Guerreras Olímpicas llegaban a Londres 2012 con la intención de ratificar su gran momento de forma en los grandes torneos internacionales, y de qué forma lo lograron: una medalla de bronce que quedará para la historia del balonmano femenino español, cargada de épica en un partido casi eterno ante Corea del Sur. Mihaela Ciobanu y Jessica Alonso se convirtieron en las heroínas españolas aquel día, con Jorge Dueñas haciendo una voltereta como final inesperado.
La selección española repitió presencia en Río 2016, cayendo cruelmente en cuartos de final ante Francia; y ahora, dirigidas por Carlos Viver, las Guerreras buscarán en el Preolímpico de Llíria su pase a los que serían sus terceros Juegos Olímpicos consecutivos, algo que ya de por sí sería histórico.
-- ¡Hoy celebramos el #OlympicDay!
— RFEBalonmano (@RFEBalonmano) June 23, 2020
-- ¿Cuál es vuestro mejor recuerdo en unos @juegosolimpicos? Nosotros lo tenemos claro --
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