Las Guerreras Junior caen 25:37 ante la imponente selección de Francia, en el partido correspondiente a la tercera jornada de la primera fase del Campeonato de Europa de Eslovenia 2017.
El partido no comenzaba bien para una selección española que, pese a estar entonada en el apartado defensivo, no encontraba la forma de hacer daño en ataque a una correosa Francia. Las buenas acciones defensivas de las chicas de Jorge Dueñas permitían a España permanecer cerca en el marcador, hasta que ya mediado el primer tiempo, el ataque subía enteros y se hacía con sus primeras rentas del choque. Rentas que alcanzarían los 3 goles de diferencia a favor de un combinado nacional que imponía su buen juego al poderío físico francés. Desafortunadamente para los intereses españoles, Francia volvía a realizar ajustes defensivos, que provocarían que poco a poco España fuese cediendo terreno ante una selección gala que exhibía potencial físico y daba la vuelta al marcador (14:16) en los últimos minutos del primero tiempo.
Tras el paso por vestuarios, Francia lejos de relajarse, aumentaba el ritmo y ponía en práctica una defensa 6:0 muy rocosa, en la que la movilidad de sus jugadoras, con numerosas salidas para tomar contacto con las atacantes, ponía en serios aprietos a las chicas de Jorge Dueñas. Salida fulgurante que ponía el más 5 favorable para unas francesas que a partir de ahí nunca dejarían de mandar en el luminoso de Celje. Ante una situación así la selección nacional no se rendía y tirando de orgullo reducía distancias momentáneamente, hasta el minuto 50 de partido, donde las imprecisiones del ataque español serían aprovechadas por Francia, para correr y conseguir una diferencia insalvable que iría aumentando con el paso de los minutos hasta el 25:37 final.
Derrota que deja a España como tercera clasificada del Grupo C, por delante de Serbia, y que obliga a las chicas de Jorge Dueñas a disputar la ronda intermedia, donde las Guerreras Junior buscarán la mejor clasificación posible en el Campeonato de Europa de Eslovenia 2017.
Fotografía: Leo Vegué