Prometía ser un año difícil y se ha cumplido. Tras su periplo por Alemania, Cristina Cabeza asumía el control del banquillo del Helvetia Alcobendas hace un par de campañas con el objetivo de devolverlo a la élite del balonmano femenino, un propósito que se cumplió al final de ese mismo curso. Sin embargo, el año pasado volvían las dificultades al Pabellón de los Sueños, con una permanencia cara que ponía a prueba la resistencia de las alcobendeses.
Pero supieron resistir y lograr permanecer un año más en División de Honor, con un equipo joven cuyo fin era afianzar el proyecto en la máxima categoría. La temporada no empezó con alegrías, ya que el Helvetia Alcobendas claudicó en su visita a Porriño, uno de los equipos que, a priori, iba a ser rival directo por la permanencia. A esa derrota le siguieron dos más, ante el líder Super Amara Bera Bera, y ante el segundo clasificado, el Balonmano Elche.
Cuatro jornadas tuvieron que esperar las de Cristina Cabeza para inaugurar su casillero de puntos, ante KH-7 Granollers en el Pabellón de los Sueños, un partido que terminó con 25:25 en el marcador tras un tanto de Mireia Torras que privaba de la victoria a las madrileñas. Tras el empate, una derrota ante Aula Alimentos de Valladolid en Huerta del Rey antes de sumar sus primeros y únicos dos puntos.
Helvetia Alcobendas los conseguía aprovechándose de la crisis del Rocasa Gran Canaria, un bajón en el rendimiento del equipo teldense que por aquel entonces no parecía tan grave. Así se hacía con su única victoria el cuadro de Cristina Cabeza, superando de principio a fin a un Rocasa que no pudo impedir el 28:23 final. Dicho triunfo llenaba de confianza a las alcobendenses, aunque no terminaban de llegar los buenos resultados.
Las dos jornadas siguientes volvía a acariciar los puntos quedándose finalmente sin primero ante Rincón Fertilidad Málaga (23:21) y Mecalia Atlético Guardés (17:19). Pero la prueba definitiva llegaba en las jornadas 9 y 10 frente a Zubileta Evolution Zuazo y Salud Tenerife, respectivamente. Lograr el triunfo ante dos rivales directos por la permanencia era vital para las de Cristina Cabeza, que comenzaban a acusar el bache, pero conservaban esperanzas.
Sin embargo, perdieron por la mínima en Lasesarre, lo que precipitó la caída de un Helvetia Alcobendas que, una jornada más tarde, volvía a ceder ante el conjunto tinerfeño. El resto de partidos, se cuentan por derrotas. Un balance de 1 victoria, 1 empate y 14 derrotas que sitúan al Helvetia Alcobendas como colista de la categoría antes del parón generado por el COVID-19, y un total de 349 goles en el curso, un promedio de 21,81 de media por partido, el porcentaje más bajo de la categoría, son los números que acumulaba un Helvetia Alcobendas cuyo futuro en la División de Honor comenzaba a tambalearse antes de esta pandemia.
Fotografía: Super Amara Bera Bera