El árbitro Héctor Fraile (en el centro a la izquierda en la imagen) completa la representación española en la cita de Gran Canaria, donde también estarán presentes los jugadores de CBMP Ciudad de Málaga y Cubas Llopis BMP Sevilla. Mañana comienza la acción, y junto a él estará el danés Daniel Overby.
Pregunta - ¿Qué supone para ti la designación para esta Champions Cup?.
Respuesta - Esta designación supone una oportunidad más para seguir creciendo y aprendiendo en esta modalidad, que cada año va cogiendo más importancia en nuestro deporte. Ser el que represente de un colectivo que está trabajando, año tras año, para llevar el arbitraje de balonmano playa a niveles más altos de Europa y del mundo, siempre te llena de satisfacción. A su vez, es un compromiso y una responsabilidad porque, como he dicho antes, represento a un grupo de personas, una familia, que trabaja muy duro y con mucho sacrificio para que estas oportunidades se den.
P - Inicialmente ibas a formar pareja con Marcos Pérez, pero finalmente no fue así. ¿Qué sentiste el día en que se confirmó este cambio?
R - Mi pareja de balonmano playa es Marcos Pérez Outeda, con él he compartido dos grandes campeonatos. Nunca me olvidaré mi debut con él en el Campeonato de Europa Juvenil en Georgia 2012 por todo lo que aprendí de él y de su experiencia de más de cinco años de internacionalidad. Al año siguiente fuimos al Campeonato de Europa absoluto a Dinamarca; una oportunidad en la que seguimos trabajando muy duro como pareja y seguir mejorando en la arena. Este año llegaba la oportunidad de un torneo nuevo, de reciente creación, una copa de campeones a nivel de clubs con bastantes buenas sensaciones para poder seguir trabajando y poner en práctica todo lo trabajado en nuestra temporada estival del Arena Tour.
Al final, y por cuestiones laborales, Marcos no puede acudir a este torneo, así que se buscó la alternativa de mi compañero de pista y gran amigo, una amistad que llevamos enriqueciendo más de 15 años, de Vicente Peris Orts (en la imagen, en el centro a la derecha). La verdad es que tenía gran ilusión en poder debutar con Vicente en un torneo internacional de balonmano playa, porque somos como hermanos y hemos compartido tanto que solo nos falta compartir experiencias europeas en playa. Fuimos al curso de ascenso juntos a Espinho en el 2010, y nunca hemos podido debutar juntos como pareja. Una vez más las incompatibilidades laborales hicieron que este fenómeno no se haya producido todavía. Nunca perderé la esperanza y sé que, al final, podré compartir con mi gran amigo y hermano, este tipo de eventos.
Así que me quedaba la opción de poder compartir experiencia con mi amiga Vanesa Pérez Domínguez, con la que también tenía grandes ilusiones de aprender, ya que es una persona que ha participado en tantos mundiales, europeos, world games, etc..., de gran curriculum internacional. De todos los compañeros internaciones de balonmano playa, ella es la que ha participado en más torneos de todos nosotros. Se me presentaba una oportunidad de lujo para aprender de Vanesa y de todas sus experiencias y veteranía internacional. Pero, desgraciadamente, y por culpa del mismo denominador común, el motivo estrictamente laboral, tampoco voy a poder compartir torneo con Vanesa.
Se me presenta una situación novedosa, bastante positiva, que me permitirá seguir creciendo en esta modalidad. Voy a compartir arbitraje con un danés, Daniel Overby Hansen; y a aprender mucho de esta oportunidad.
P - En cuanto al torneo, ¿qué te parece la creación del mismo?
R - Es muy positivo e importante que se creen nuevos torneos de balonmano playa. Esto quiere decir que los equipos lo están demandando, y hay que concederles el privilegio de que sigan creciendo en esta modalidad. La aceptación y la evolución del balonmano playa está en auge, hay que ayudar a que siga creciendo y nunca poner frenos a este gran interés que tienen los países, equipos, clubs, jugadores, etc..., para que este deporte siga abarcando y ocupando nuestras playas.
La temporada del balonmano playa realmente es muy corta, apenas tres meses al año; esto hace muy difícil la continuidad en el trabajo de unos jugadores que ven como, desde agosto hasta mayo del año siguiente, no tienen una continuidad y ritmo de competición en esta modalidad. La creación de este tipo de torneos ayuda a que, al menos, la temporada de balonmano playa se prolongue hasta noviembre, tres meses más. Esto siempre es muy bueno para el jugador, árbitro y , en definitiva, para el deportista, en la continuidad en su formación y trabajo de la temporada de balonmano playa. Ya me gustaría que la temporada de balonmano playa fuera tan larga como la de pista, ¿por qué no?
P - ¿Y el escenario escogido para el mismo?
R - En noviembre, España, y sobre todo Canarias, es el escenario perfecto para el desarrollo de este tipo de torneos. Tenemos la suerte de vivir en un país que por situación geográfica, temperatura y playa, reúne los requisitos necesarios para la buena practica de nuestro deporte. Tenemos una oportunidad única para seguir promocionándolo, y hay que aprovecharla.
España ha sido escenario de grandes eventos de balonmano playa, se ha jugado en varias ocasiones finales del EBT en Suances, Fuengirola, Valencia; mundiales absolutos en Cádiz, Europeo juvenil en Lorca; ahora la primera Copa de Campeones en Canarias, el año que viene tocaremos las playas de Cataluña.... Es normal que un gran deporte se celebre en un país que reúne todas las condiciones para que esta clase de torneos acaben en éxitos para todos.
P - En cuanto al papel del árbitro, ¿que nivel ves en el balonmano playa europeo? ¿Y a nivel mundial?
R - El nivel europeo y mundial de arbitraje de balonmano playa es muy exigente, se está trabajando mucho y muy duro. No se trabaja sólo en verano, como la mayoría de gente cree. Nosotros, los árbitros, estamos prácticamente trabajando todo el año. La personas, por naturaleza, creemos sólo en lo que vemos y lo que se ve, simplemente son los torneos de balonmano playa de los meses de mayo, junio y julio.
Pero la realidad es muy distinta, los árbitros tenemos que perfeccionarnos durante los meses en los que no hay competición. Realizamos análisis de vídeos, cortes de jugadas, realizamos exámenes de reglamento.
Tengo que comentar también que en España tenemos un nivel muy bueno respecto al nivel europeo y mundial, se ha trabajado muy duro y durante muchos años en para que ningún árbitro tenga nada que envidiar a un colega suyo de otro país. Un trabajo que, estoy completamente seguro, que dará sus frutos y en breve podremos contar con más parejas españolas internacionales.
P - Por último, ¿dónde encontráis los árbitros las mayores dificultades al hacer vuestra labor sobre la arena?
R - Una de las mayores dificultades que tiene el arbitraje de balonmano playa es la concesión de los puntos en los goles espectaculares y, sobre todo, en las jugadas de 'spin shoot', conceder los puntos correctos, 2 ó 1, dependiendo de si el jugador ha realizado bien o mal el giro. Creo que es lo más difícil de apreciar debido a la rapidez de las jugadas con que se producen.
La concentración en estos casos es muy exigente y en muchas ocasiones son decisiones que determinan que equipos ganan las partes y/o los partidos. El juego del balonmano playa es tan rápido que, en cada uno de los diez minutos que dura cada parte, no tienes ni una décima de segundo de relajación. Como te relajes por un instante, tientas a que te pierdas alguna acción importante. Son 10 minutos de máxima concentración.
Marcos Pérez: "Que te nominen a nivel europeo es siempre gratificante"
El gallego Marcos Pérez Outeda fue la pareja inicialmente designada para Héctor Fraile, aunque finalmente fue imposible por motivos laborales. Aun así, la satisfacción personal del árbitro es grande: "Que te nominen a nivel europeo es siempre gratificante, una alegría inmensa. Trabajamos duro para hacer las cosas bien, para que la EHF pueda fijarse y designarte para eventos europeos. Es un premio que siempre estás esperando, la renuncia ha sido muy complicada, difícil de asumir, pero no vivimos de esto, lo primero es el empleo. A pesar de ello, me entristece mucho, tenía ganas de hacer un gran torneo con mi compañero Héctor Fraile".
"El nivel del arbitraje europeo es bueno, hay que considerar que todos los años nos dan pautas nuevas para favorecer el espectáculo" dice Pérez al valorar la salud de sus compañeros dentro del balonmano playa. El pontevedrés también tiene claro qué es lo más difícil: "Encontrar la unión entre reglamento, feeling y espectáculo. Hay que encontrar siempre el equilibrio".
"Será un grandísimo torneo, seguro. Me parece un lugar idílico, nuestras islas tienen el clima y la atmósfera para acoger un evento de este tipo" concluye Pérez, quien remarca las ganas que tenía de estar en Gran Canaria, disfrutando de lo que define como la gran familia del balonmano playa, formada por todos los estamentos involucrados.
