La Real Federación Española de Balonmano sigue desgranando con la serie de reportajes #GenBalonmano cada una de las generaciones de jugadores y jugadoras que el balonmano español nos ha ofrecido a lo largo de su historia. La COVID-19 ha obligado al balonmano a parar durante cinco largos meses, por lo que este ha sido el mejor momento para hacer retrospectiva y analizar qué jugadores y jugadoras han cimentado los éxitos del balonmano español en estos últimos años.
Desde la hornada 1998-1999 de Hispanos hemos descendido observando la trayectoria de decenas de jugadores, hasta alcanzar hoy a la Generación 1982-1983, la penúltima con hombres todavía en activo, incluso en la órbita del equipo nacional dirigido por Jordi Ribera.
DE BRASIL A LA GLORIA
Antes de dar el salto a la élite, la Generación 1982/1983 tendria que hacer frente a dos duros trances: por un lado, no superar la fase clasificatoria para el Campeonato de Europa de Polonia 2002 en categoría Junior –primera y única vez en la historia que España ha faltado a este torneo–, y acabar sin medalla en el Final Weekend del Campeonato del Mundo de Brasil 2003 al cosechar sus únicas derrotar ante Dinamarca en semfiinales (31:30) y Eslovenia (35:33) en la batalla por el bronce.
Aquello, sin embargo, no hizo mella en este grupo de jugadores, con hasta 17 internacionales absolutos y grandes nombres en la historia del balonmano español. Si tenemos que empezar por uno, es obligado hacerlo por aquel que primero conseguía escalar hasta la plantilla de los Hispanos, el 'talismán' Albert Rocas con 179 partidos y 599 goles en su haber. Natural de Palafrugell –y protagonista el miércoles, a las 12:00 h., en el Instagram Live de la RFEBM–, este extremo derecho formado en la cantera del Fútbol Club Barcelona iba a estar presente en todas las conquistas del combinado español entre 2005 y 2014: Oro en el Campeonato del Mundo de Túnez 2005, Plata en el Campeonato de Europa de Suiza 2006, Bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Bronce en el Campeonato del Mundo de Suecia 2011, Oro en el Campeonato del Mundo de España 2013 y Bronce en el Campeonato de Europa de Dinamarca 2014.
Superan en internacionalidades al catalán dos jugadores que permanecen en activo con los Hispanos y que aspiran, por qué no, a sumar un último logro a su palmarés el próximo verano en Tokio. Hablamos de Julen Aginagalde (197 partidos, 470 goles) y Viran Morros (228 partidos, 166 goles), compañeros inseparables en el combinado español que han estado presentes en todas las conquistas desde 2011: Bronce en el Campeonato del Mundo de Suecia 2011, Oro en el Campeonato del Mundo de España 2013, Bronce en el Campeonato de Europa de Dinamarca 2014, Plata en el Campeonato de Europa de Polonia 2016, Oro en el Campeonato de Europa de Croacia 2018, Oro en el Campeonato de Europa de Austria, Noruega y Suecia 2020.
Alejado del podio –pero con un palmarés que le haría protagonista indiscutible en el resto de promociones– encontramos a Daniel Sarmiento (120 partidos, 244 goles), el central canario que milita en la liga francesa, que empezaría a entrar en los Hispanos de la mano de Valero Rivera y se acabaría de consolidar con Jordi Ribera, y que acumula en su haber: Oro en el Campeonato del Mundo de España 2013, Bronce en el Campeonato de Europa de Dinamarca 2014, Oro en el Campeonato de Europa de Croacia 2018, Oro en el Campeonato de Europa de Austria, Noruega y Suecia 2020.
24 metales en total –y por el momento– en una larga lista de éxitos que habría que completar con la medalla de plata en el Campeonato de Europa de Polonia 2016 que luce Rafa Baena en su palmarés, y el metal de bronce olímpico de Pekín 2008 que atesora Christian Malmagro.
FILIP JICHA, UN JUGADOR INOLVIDABLE
La Generación 1982/1983 ha aportado grandes nombres a la historia del balonmano –algunos de ellos españoles, como hemos visto antes–, pero uno de ellos destaca por encima del resto: Filip Jicha, el omnipresente primera línea de la República Checa que deslumbraría en todo el continental con la elástica del THW Kiel de Alemania. Precisamente, la alargada sombra de Jicha ocultaría el talento de Ondřej Zdráhala, un checo que se convertía a sus 35 años en la gran sorpresa –y máximo anotador– del Campeonato de Europa de Croacia 2018.
Si dirigimos la mirada hacia territorio escandinavo, nos encontramos figuras de la talla de Kim Andersson en Suecia, Anders Eggert y Lasse Svan Hansen en Dinamarca, o Bjarte Myrhol en Noruega.
En Polonia, por su parte, hallamos a uno de los mejores jugadores de su historia, Karol Bielecki. Cerca, en Alemania, dos jugadores con nombre propio en la absoluta germana, Dominik Klein y Michael Haaß. Michel Guigou destacaría en el prominente balonmano galo, y la figura del meta Borko Ristovski –con pasado azulgrana– se asomaría en los Balcanes. Y más allá del charco, aparecía un meta que, a la postre, hacía carrera en España, Matias Schulz.
