Domingo histórico para Francia. La selección gala de balonmano consiguió, en el Lanxess Arena de la ciudad alemana de Colonia, el cuarto Campeonato de Europa de su historia, al imponerse a Dinamarca en una final frenética y que terminó cayendo del lado francés, que venció 33:31 en la prórroga (27:27 al final del segundo tiempo, 14:14 al descanso) para sumar un nuevo trofeo a su palmarés y, de paso, devolverle la moneda a Dinamarca, que derrotó a Francia en la final del Campeonato del Mundo del año pasado.
El duelo estuvo muy igualado desde el inicio. El sempiterno Mikkel Hansen y el siempre brillante Mathias Gidsel comandaban a Dinamarca, resguardada desde la portería por un Emil Nielsen sensacional y que se fue a un porcentaje de acierto del 38,5%, con 15 paradas a 39 lanzamientos. Pero la Francia de Guillaume Gille era un martillo. Ludovic Fabregas era un tormento y Elohim Prandi seguía de dulce, después de ese golazo que hizo in extremis en la semifinal ante Suecia para forzar esa prórroga que, en consecuencia, permitió a Francia meterse en la final. Las fuerzas estaban muy parejas y el marcador al descanso era 14:14. Todo se decidiría en la segunda parte.
MUCHA EMOCIÓN
Tras el descanso, Dinamarca comenzó mejor. El combinado de Nikolaj Jakobsen comenzó a triangular con maestría y se puso tres goles arriba a los cinco minutos. Pero Francia reaccionó, remó contracorriente… y terminó forzando la prórroga. Al término de los sesenta minutos reglamentarios, el marcador era de 27:27. Y el duelo siguió muy igualado en el tiempo extra, pero Francia terminó creyendo con más fuerza que nadie, consiguió ponerse por delante y cerrar el partido 33:31. Cuarto título europeo para Francia, que sigue sin bajarse del podio y vuelve a coronarse en la cima continental diez años después.
GARCÍA SERRADILLA Y MARÍN LORENTE, LOS ÁRBITROS DE LA FINAL
El balonmano español estuvo representado en la final del Europeo. Dos de nuestros colegiados, Ignacio García Serradilla y Andreu Marín Lorente, del Colegio Catalán, fueron los encargados de impartir justicia en el duelo entre Francia y Dinamarca. Una premisa que la EHF confió a la pareja española del Campeonato de Europa, que cumplió con creces en el Lanxess Arena, ante la atenta mirada de los 19.750 espectadores que abarrotaban las gradas.
Fotografías: David G.S.