A tenor de las informaciones aparecidas en las últimas horas relativas al cese de Cristina Fernández Piñeiro como responsable de Arbitraje Femenino del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Balonmano, el presidente de este órgano federativo, Pablo Permuy, aclara que:
El motivo del cese de Cristina Fernández Piñeiro se debe única y exclusivamente a una cuestión de pérdida de confianza de su responsable directo en el Comité Técnico de Árbitros, hacia su persona. Cristina, a pesar de formar parte del grupo de trabajo del Comité Técnico de Árbitros y del grupo responsable del arbitraje femenino, asumió de forma unilateral y sin previa consulta ni a su responsable ni a sus compañeras de grupo decisiones que afectaban directamente a la estructura del propio CTA sin ninguna comunicación previa, provocando la consiguiente sorpresa en todo el grupo y en mí una pérdida total de confianza hacia su persona.
La decisión del cese, que ya había sido tomada la primera semana de septiembre, no se llevó a término hasta el pasado mes de diciembre, una vez publicada la resolución por parte del Comité Nacional de Competición, a fin de no interferir en el expediente informativo abierto por el CNC a raíz de una denuncia de la propia Cristina Fernández Piñeiro.
Por tanto, me gustaría incidir en el hecho de que esta decisión en ningún momento se debe a un motivo de índole machista o por cuestión de género. Personalmente, en mi condición de presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Balonmano, lamento y denuncio cualquier comportamiento que infravalore o menosprecie el papel de la mujer en el deporte.
Para mostrar mi posicionamiento respecto a la presencia de la mujer en el mundo del arbitraje en balonmano, basta echar una ojeada a mi trayectoria deportiva y directiva desde mi llegara al Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Balonmano: nunca se había invertido tanto en el ámbito de la mujer en el arbitraje como en estos últimos cuatros años, con acuerdos de patrocinio encaminados exclusivamente a las mujeres y su presencia en categorías nacionales; la creación de un grupo específico de trabajo encaminado a las mujeres árbitro; actividades formativas para ellas, incremento de la presencia de mujeres en el colectivo de delegadas, etc.