España se hacía con la victoria frente a Noruega en el encuentro disputado en el Estadio Ceres Arena de Aarhus, correspondiente a la primera semifinal de la Golden League, el torneo más prestigioso del balonmano europeo (13:12 al descanso, 27-28).
En los primeros compases del encuentro el combinado español se mostró muy atascado en el juego ofensivo, no consiguiendo el primer tanto hasta llegado el minuto 4 con un disparo exterior de Alex Dujshebaev. Noruega se mostraba superior al conjunto hispano realizando un juego más rápido y preciso basado principalmente en el juego con pivote.
Las sucesivas intervenciones de Rodrigo Corrales bajo palos evitaban mayor diferencia en el luminoso y provocaban, a su vez, que los de Jordi Ribera cogieran sensaciones dentro del 40x20, llegando a colocarse a un solo tanto de diferencia. Los cambios realizados por el seleccionador en defensa, dando entrada a Viran Morros, dificultaron el juego de ataque noruego poniendo en tablas el marcador en el minuto 15 de partido. Dos minutos después, dos tantos del quereño, Maqueda, hicieron que España tomase por primera vez la delantera. Las sucesivas exclusiones sufridas por los rivales les dejaron en doble inferioridad, pese a ello esta ventaja no pudo ser aprovecha por el combinado nacional lo que dio lugar a un nuevo empate en el minuto 23.
Esta situación obligó a que el técnico español solicitara su primer tiempo muerto pidiendo a sus jugadores desatascar el juego ofensivo. De esta manera, Ariño consiguió anotar dos goles desde el extremo provocando que esta vez fuera el entrenador noruego el que solicitara el tiempo muerto. A falta de menos de dos minutos para la conclusión de la primera mitad, Raúl Entrerríos fue sancionado con dos minutos de exclusión por lo que España afrontó el final del primer periodo en inferioridad, llegando al descanso con un marcador de 13:12 que reflejaba la igualdad vivida sobre el parquet.
El inicio de la segunda mitad fue una continua réplica de rápidos contragolpes que no permitían a ninguno de los dos conjuntos conseguir distancias en el marcador. Los numerosos fallos en ataque de Noruega dieron lugar a que España se aprovechase y tomara distancias en el electrónico.
La dura defensa nórdica obligó a los Hispanos a realizar acciones ofensivas más elaboradas y precisas logrando ampliar la ventaja en el luminoso a tres goles. Por lo que, Christian Berge cambió no solo a su guardameta, sino su sistema táctico pasando a atacar con 7 jugadores. También Jordi Ribera realizó los cambios oportunos transformando la defensa a 5:1. El combinado nórdico aumentó la intensidad de juego propiciando un ritmo frenético plagado de imprecisiones, este juego perjudicó a los españoles que sufrieron la exclusión de Alex Dujshebaev. A pesar de ello, un sobresaliente Adria Figueras dejó el marcador en 26:28.
A veinte segundos del final, el marcador reflejaba la ventaja de los Hispanos por un solo gol de diferencia con posesión de balón. Tiempo muerto obligado de Jordi Ribera, donde pediría a los suyos que jugaran sin pivote buscando la superioridad numérica, pero desafortunadamente España marró el ataque dejando diez segundos para que los noruegos consiguieran igualar el encuentro. Bajo palos, Pérez de Vargas realizó una extraordinaria parada al duro lanzamiento de Tangen abortando el último cartucho rival.