Ha llegado uno de esos momentos que parecía que nunca iban a llegar. El sempiterno Antonio García ha anunciado que esta será su última temporada como jugador de balonmano en activo y que, por tanto, pondrá fin a su carrera al final de la presente campaña.
A sus 41 años –cumplirá 42 el próximo 6 de marzo-, García, que milita actualmente en el Fraikin Granollers, el club de su vida, es historia viva del balonmano español. También de los ‘Hispanos’, con los que ha disputado 103 encuentros desde que debutase con la selección absoluta el 27 de octubre de 2010, en un partido ante Polonia que España se llevó por 33:17 en el Lalín Arena. Aquella fue la primera batalla con los ‘Hispanos’ del de La Llagosta, que, además, se estrenó marcando uno de esos 33 tantos. Desde entonces, han llegado muchos más, que cifran en 205 los goles de García con la selección absoluta.
UN SINFÍN DE ÉXITOS CON LOS 'HISPANOS'
El lateral, además, ha tenido incidencia directa en varios de los logros más relevantes logrados por el balonmano español a lo largo de la historia. Fue parte de la selección que se colgó el Oro en el Campeonato del Mundo de 2013, en lo que fue una proeza mayúscula; pero también consiguió la Plata en los Campeonatos de Europa de 2016 y 2022; y el bronce tanto en el Europeo de 2014; como también en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El jugador, asimismo, no ha salido nunca del radar de Jordi Ribera. De hecho, el pasado mes de marzo formó parte del equipo que disputó el Torneo Preolímpico en su ‘casa’, Granollers, donde los ‘Hispanos’ lograron el billete a las Olimpiadas de París, en las que repetirían bronce. Hasta el momento, ese Preolímpico ha sido la última experiencia con la absoluta de García, que pudo disfrutar de unos días inolvidables con la selección en tierras vallesanas.
ICONO EN GRANOLLERS
A nivel de clubes, además, la carrera del lateral catalán también ha estado repleta de éxitos. Historia viva del Balonmano Granollers, en el que ha militado durante casi quince temporadas distribuidas en varias etapas, García fue campeón de la División de Honor Masculina y la Copa de S.M. el Rey en 2017, con el Barça. Además, ganó la Starligue francesa (primera división) en 2013, con en el París Saint Germain; club con el que, un año más tarde, se proclamó campeón de Copa en el país galo.
Aparte de ello, ha sido escogido en tres ocasiones como el Mejor Lateral Izquierdo de la División de Honor Masculina en España: en la 2010/11, la 2011/12 y también en la 2020/21: diez años después de que lograse esta distinción por primera vez. Además de su paso por Granollers, club al que se enroló con solo 14 años, y de sus periplos en el Barça y el PSG, García también ha militado en el Ademar León, el SC Pick Szeged húngaro, el KIF Copenhague danés, el CSM Bucuresti rumano y el HBC Nantes francés.
LIDERA LA TABLA DE 'SCORER POINTS' DE LA EUROPEAN LEAGUE
Pese al anuncio de su retirada, lo cierto es que el ’27’ de los ‘Hispanos’ atraviesa un gran momento a nivel deportivo. No en vano, lidera actualmente la tabla de ‘scorer points’ (acumulativo de goles y asistencias) de la actual edición de la EHF European League, con 54 puntos: más que cualquier otro jugador de la competición. Además, es el octavo máximo anotador de la División de Honor Masculina, con 54 goles en 10 partidos y un promedio de 5,4 tantos por encuentro.
Pero, para García, era muy importante decir adiós “compitiendo al máximo nivel”, tal y como ha anunciado el propio jugador en la rueda de prensa en la que anunció que pondrá fin a su carrera al final del presente curso. “Me retiro ahora, que aún me siento con fuerzas de responder a la exigencia de la alta competición. Si algo he tenido claro durante toda mi carrera es que el esfuerzo no se negocia. Me retiro luchando contra mis sentimientos, porque jugaría hasta el último día de mi vida. Pero debo ser honesto y sensato; aunque voy a luchar hasta el último partido para llegar a lo más alto. Y es de la única manera que entiendo el balonmano, el deporte y la vida”, sentenció el jugador, todo un ejemplo de profesionalidad y pundonor.
Fotografía: RFEBM | J.L. Recio