El Campeonato del Mundo de España 2019 en categoría Junior Masculina no solo será presente y futuro para el balonmano mundial, como puede resultar obvio al hablar de algunas de las grandes promesas que se citarán en Pontevedra y Vigo del 16 al 28 de julio; también es pasado, porque esta cita tiene un precedente, un espejo en el que mirarse, que sentó las bases de una generación deslumbrante de jugadores: el Campeonato del Mundo de España 1989.
Este año se conmemora el 30 aniversario de la celebración de esta cita mundial que también se celebró en Galicia en septiembre de 1989. Jugadores como Talant Dujshebaev, David Barrufet, Mateo Garralda o Tomas Svensson mostraron en territorio gallego su carta de presentación al mundo del balonmano, erigiéndose posteriormente como algunas de las estrellas rutilantes de nuestro deporte.
Un Campeonato del Mundo que obtuvo un éxito rotundo a nivel de público, que llenó los pabellones en casi todos los partidos, creando una atmósfera única para disfrutar del mejor balonmano. Además, el momento por el que pasaba nuestro deporte en la zona era idóneo: la S.D. Teucro lograba ese mismo año el ascenso a la División de Honor, que después pasaría a denominarse como Liga ASOBAL.
La Unión Soviética se alzó con la medalla de oro en aquel Campeonato del Mundo, sumando el quinto y último de sus entorchados, que le permite además continuar al frente del medallero en esta categoría Junior Masculina. Al frente del combinado soviético, uno de los mejores jugadores de la historia en balonmano: Talant Dujshebaev. También formaba parte de esta generación campeona del mundo el ya fallecido Vasily Kudinov, uno de los mejores laterales izquierdos del panorama internacional en la década de los 90.
Cabe destacar que el seleccionador soviético “escondió” a Dujshebaev hasta las semifinales del torneo, cuajando a partir de ahí dos encuentros excelsos en los que anotó más de 10 goles en cada uno de ellos. En Galicia comenzó la leyenda del que luego llegó a ser elegido como segundo mejor jugador del siglo XX.
La plata fue a parar para el conjunto anfitrión, una España que contaba con una generación de jugadores excelsa: David Barrufet, Mateo Garralda, Enric Masip, Alberto Urdiales, Fernando Barbeito o Iñaki Urdangarín. La selección se enfrentó a equipos de primer nivel en aquella cita mundial, como Suecia, Islandia, Hungría, Polonia o la República Federal Alemana.
Como anécdota, el logo del Campeonato del Mundo 1989 era una gaviota, “La Gaivota” en gallego. Al terminar el torneo, el guardameta sueco Tomas Svensson recibió ese apodo gracias a su sobresaliente actuación bajo palos a lo largo de la competición.
En próximas fechas iremos descubriendo detalles y protagonistas de aquel Campeonato del Mundo 1989 que tan buen precedente fue y es para el Campeonato del Mundo de España 2019 que acogerán Pontevedra y Vigo entre el 16 y el 28 de julio.