La primera fase no podía comenzar mejor para España, que doblegó de forma consecutiva a Suiza (1:2), Rusia (2:0) y Noruega (1:2). Así, el equipo español accedía de forma inmaculada a una fase intermedia que debía decidir el orden de los cruces de cuartos de final. En dicha fase, España perdía con Turquía (1:2) y vencía a Serbia (0:2).
Por tanto, la fortuna emparejó a los jóvenes españoles con Dinamarca que, jugando en casa, parecía favorita para llegar a semifinales. Dicho y hecho (0:2), pero no sin muchas dificultades porque el conjunto nórdico venció en ambos sets por la mínima (18:19 y 18:19).
Sin posibilidades de medalla, la única posibilidad del equipo español era buscar la quinta plaza. Un premio que alcanzó con dos victorias, la primera sobre Serbia (1:2) y la segunda sobre Noruega (0:2), equipos a los que ya había vencido con anterioridad.
A pesar del ranking final, la aventura del combinado español masculino de categoría juvenil de balonmano playa termina con un balance muy positivo: seis victorias y dos derrotas.