2020 ha sido un año para olvidar, ningún ámbito ni sector económico ha escapado de los problemas; pero sí que es verdad que para algunas personas ha sido menos lesivo, por así decirlo. Dentro del mundo del balonmano, uno de los jugadores que difícilmente va a olvidar 2020 es Rubén Marchán, pivote del ABANCA Ademar, que hizo su debut con la elástica de los Hispanos el 4 de noviembre en el Veszprém Arena de Hungría, y que progresivamente ha ido entrando en los planes de Jordi Ribera hasta conocer el pasado 30 de diciembre que entraría a formar parte del grupo que se tendría que medir por partida doble a Croacia. 

Marchán reconoce que «2020 ha sido un año extraño por todo lo que ha sucedido, porque no nos ha permitido tener la regularidad que nos habría gustado, pero a la vez estoy contento por todo lo vinculado a los Hispanos». Sobre 2021, «el inicio de año ha sido inmejorable, estar aquí con este grupo es indicativo de que hay posibilidades de ir a Egipto, pero sé que no puedo relajarme, hay que trabajar duro«. 

Marchán llega de conquistar la semana pasada un trofeo amistoso en Catar, y ahora trabaja en pista con el grupo que hace 11 meses se hizo con el cetro continental en Estocolmo: «me han acogido perfectamente, tenemos un grupo muy bueno y yo aquí vengo a ayudar en todo lo posible… al final soy el único novato y tengo que adaptarme a ellos«. 

Jugar contra Croacia no supone una responsabilidad añadida: «afronto todos los partidos y todos los momentos con la mayor ilusión, evidentemente el rival es importante y sé que hay mucho en juego«. 

El combinado español permanece trabajando en Guadalajara a la espera de volar el 5 de enero para jugar ese mismo día contra Croacia en Porec, a partir de las 17:15 h. en directo por Teledeporte.