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Hoy en un día clave para la selección española, en esta penitencia que está padeciendo durante la celebración de la Copa Presidente del Campeonato del Mundo Croacia ’09.

Tras las dos victorias fáciles ante Australia y Argentina, mañana los de Valero se enfrentan a Rumania, un equipo que no está en el nivel que, teóricamente, ocupa España, pero que ya en la primera fase, puso en aprietos a Francia, Hungría y Eslovaquia, todos ellos en la “main round”.

Por eso, el seleccionador no quiere confianzas, ya que una victoria supondría meterse en la final de la Copa, con el  ganador

Hace más de ocho años del último enfrentamiento España-Rumania. Concretamente fue el 20 de agosto de 2000, en el Torneo Internacional de Austria, con victoria para el equipo nacional español por 31:19.

Desde entonces, España y Rumania no se han encontrado, ni en competición oficial ni amistosa. Lo cierto es que los números son engañosos, ya que si bien en los últimos seis partidos disputados la victoria ha caído del lado español, el global de las cifras favorece a los rumanos.

Valero se mostraba moderadamente satisfecho al finalizar el partido. “Pese al cansancio acumulado, el grupo ha ido de menos a más, y eso es una reacción muy positiva. La verdad es que hoy me voy satisfecho, especialmente de la defensa, con los más jóvenes en pista, que han estado muy bien, además de la gran aportación de Sierra en portería durante todo el partido. En ataque también ha habido momentos buenos, sobre todo con el transcurrir del choque”.

Los días pasan, y los jugadores comienzan a mostrar fatiga tras jornadas consecutivas de entrenamiento y partido.

Esto es otra cosa. Ante Argentina no se ha bordado la perfección, es obvio, pero la actitud del equipo ha sido muy distinta, y eso se notó de inició, cuando tras el gol en una contra de Viscovich, Andreu, fajándose en los 6 metros, endosaba un parcial de 3:0.

Fue en el 8’, cuando la pareja arbitral egipcia, y van tres repeticiones (brasileños, rumanos y egipcios), cometió el error de la tarde.

La primera parte del partido frente a Argentina es más significativa respecto a la mejora del equipo que la solemne goleada ayer sobre los australianos. Como predijo Valero Rivera en la sala de prensa, esta Argentina poco tiene que ver con la que cayó con estrépito ante los nuestros en Algeciras.

Pero el juego de España sigue sin esa alegría que le ha caracterizado durante toda la preparación. Hoy se ha sufrido en ataque frente al 5:1 argentino, con Kogovsek de avanzado, alternándolo con el 3:2:1 con Querin y Vidal saliendo a las ayudas.

Argentina, rival para la segunda jornada de esta Copa Presidente, debe ser un equipo muy asequible para la selección española. De los cuatro enfrentamientos que hemos disputado, los resultados siempre han sido muy favorables.

El primero data del Mundial de 1999, cuando España endosó un rotundo 31:19 a los albicelestes. En Túnez, Campeonato del Mundo de 2005, nueva victoria en esta ocasión por siete goles, 35:28. En 2008, Argentina fue uno de los cuadros invitados en el Torneo Internacional de España, y presentó un buen partido cayendo al final por 31:26.

Valero Rivera compareció en la rueda de prensa, destacando que “el equipo ha ido de menos a más. Empezamos con una defensa 6:0 y propició que el partido fuera un poco denso, por lo que con el cambio a 5:1 el ritmo fue distinto y se hizo más divertido, ya que además de crear más problemas al equipo de Australia, con Cristian en el avanzado cortamos su juego, propiciando muchas contras.

Porque este primer partido de España en la primera jornada de la Copa Presidente del Campeonato del Mundo de Croacia ’09, era un choque muy desigual. Un equipo de voluntariosos advenedizos se enfrentaba a la elite del balonmano mundial, si bien los resultados de la primera fase han provocado esta situación.

El equipo nacional tiene como objetivo restaña la herida de no clasificarse para la segunda fase, y el de hoy ha sido el primer peaje.

Los primeros treinta minutos tienen una escasa lectura, ya que desde el calentamiento se ha visto la diferencia entre ambos equipos.

En treinta minutos España ha percibido lo que supone jugar con los equipos del furgón de cola. Diferencias abismales, juego sin intensidad, árbitros de segunda línea, y un largo etcétera que configurar el marco de una competición cuya finalidad es únicamente el pretexto para las selecciones más modestas.