En su segunda entrega, “Sobre la Arena” trae a una de las mejores porteras del panorama internacional de balonmano playa. Rápida, con reflejos casi felinos y una puntería que abruma de portería a portería. Hoy presentamos a Patricia Encinas, uno de los estandartes de las Guerreras Arena y pieza clave para su equipo de balonmano playa, el Club Balonmano Getasur. La madrileña de 25 años, jugó la pasada temporada en la Liga Guerreras Iberdola en las filas del Base Villaverde, pero en este año, puso rumbo al Helvetia Alcobendas enbarcada dentro de un gran proyecto.
UN COMIENZO LIGADO A SUS HERMANAS
Con tan solo 10 años, la madrileña se inicia balonmano. “Un día, mientras mi hermana gemela y yo esperábamos a que la mayor saliera de entrenar, que por aquel entonces ya jugaba a balonmano, se acercó Pedro Moreno y nos invitó a que fuéramos a entrenar con él. Al día siguiente no me perdí el entrenamiento, al que fui con mucha ilusión”.
Respecto al balonmano playa, Patri se siente muy agradecida a su entrenador: “Pedro siempre le da la misma importancia a la pista y a la playa. Cada vez que viene una jugadora nueva al equipo le enseña ambas disciplinas”.
UNA FAMLIA DE GUERRERAS
Cuando hablamos de Patri Encinas, inevitablemente tenemos que hablar de las Guerreras de la Arena. La madrileña, es una de las capitanas de la selección española femenina y nos cuenta las claves del gran palmarés adquirido en estos últimos años.
Es verdad que “los entrenamientos son muy físicos” y gracias a ellos conseguimos llegar “al 100% en cada campeonato”, característica que favorece a las españolas y les da un plus de rapidez ante otros combinados nacionales de mayor envergadura.
Patri Encinas: "El secreto de las Guerreras de la Arena es el compañerismo, la actitud y sobre todo, el compromiso".
Sobre las jugadoras, asegura que “a pesar de vernos solo durante el verano, las relaciones entre nosotras son muy buenas, hemos creado un grupo único”. Dicen que las grandes victorias llevan grandes grupos humanos detrás, y así lo asegura nuestra protagonista que, perteneciendo a la selección desde los 17 años, sentencia: “Puedo decir que es un grupo de gente increíble, que a pesar de las semanas de entrenamiento, que son muy duras, lo pasamos bien y hacemos que sea más llevadero entre nosotras”.
CAMPEONAS DEL MUNDO: UN PREMIO A LA CONSTANCIA
El cuerpo técnico español lo tenía claro desde que comenzara el ciclo en Randers 2013, había que ir paso a paso, despacio y asentando bases. Y así lo hicieron. El combinado nacional femenino finaliza el primer torneo en Randers (Dinamarca) en sexta posición, un año más tarde, en Recife (Brasil) escalarían una posición y se situarían en el quinto puesto. En el Campeonato de Europa de Lloret de Mar 2014, las esta generación de Guerreras, escucharía por primera vez el himno en una semifinal, pero no consiguieron colgarse el metal tras una dolorosa derrota ante Italia, eternas rivales de las españolas en esta disciplina.
El seleccionador, Daniel Lara y la entrenadora, Noelia Fornell, lo tenían claro entonces; no había que saltarse ningún paso para que el éxito llegara fundamentado. No querían una medalla anecdótica, querían un grupo que mereciera esa medalla.
La sorpresa llegó al año siguiente, cuando tras la preparación física más dura que se recuerda en la historia de la selección de playa, aparecen los resultados, las Guerreras Arena se metían en la final del Campeonato del Mundo de Hungría doblegando meritoriamente a una de las selecciones más potentes del panorama mundial; Noruega.
En esta histórica victoria, Patri Encinas jugó un papel fundamental, y no solo durante el juego, sino es que fue la que, cortando un pase en los “shoot out”, metía al equipo en la final. Cuando hablamos de esto con ella, se le escapan las risas y asegura que “no me tembló el pulso porque en el momento en el que Noelia Fornell me dijo que saliera a la portería en ese shoot out, lo primero que pensé fue que iba a cortar ese pase a la jugadora noruega si o si. Cuando vi que el balón estaba en el aire y que llegaba a cortarlo fue como un subidón de adrenalina mientras pensaba ¡¡¡¡DIOS, ESTAMOS EN LA FINAL!!!!, no sabía cómo celebrarlo y eché a correr como si el campo fuera el doble de grande. Después de ese sprint, desde España me pusieron el apodo de “El expreso de Getafe”, que la verdad que me gustó porque es algo que cada vez que me lo dicen me hacen ser consciente que somos Campeonas del Mundo”.
Tras el inolvidable partido de semifinales, las españolas disputan la final del Mundial ante la todopoderosa Brasil, donde en una muestra de dominio de la disciplina, supieron volcar el choque tras perder el primer set, forzando unos shoot outs que el grupo llevaba preparando de manera intensiva más de un año, por lo que demostraron el dominio del "uno contra el portero" y conquistaron el cetro mundial.
Si la hacemos elegir tan solo un recuerdo entre tanta marabunta de sensaciones lo tiene claro y se queda “con las caras de mis compañeras. Solo había que ver los sentimientos que sus caras reflejaban, eso fue lo mejor”.
SIEMPRE A MEJOR
El contexto donde se enmarca esta disciplina invita al disfrute a todos sus espectadores, pero no solo a ellos, también envuelve a los mismos jugadores que como reconoce nuestra protagonista: “El ambiente, la gente, el espectáculo que tiene este deporte lo hace único. Yo siempre que acaba el balonmano playa estoy deseando que llegue de nuevo el verano para comenzar la nueva temporada”.
“Cuando yo empecé, había mucha gente que no se lo tomaba en serio, y eso daba una imagen pésima al balonmano playa. A día de hoy muchos luchamos para que esta disciplina sea el deporte que queremos, que sea serio y cada vez lo es más”, asegura la guardameta del combinado nacional, que lleva más de diez años involucrada en el mundo del balonmano playa y ha ido viviendo en primera persona la evolución de este deporte.
Por otra parte, felicita la organización a nivel nacional y reconoce “el esfuerzo del presidente junto con su equipo del Área de Balonmano Playa de la Real Federación Española, que se ha comprometido con este deporte”.
