Las Guerreras Promesas concluían la noche del sábado el segundo de los partidos amistosos programados ante Francia para esta concentración. Y lo hacía con un balance positivo de una victoria (27:19) y un empate (24:24) que deja muy buen sabor de boca.
En el primer encuentro disputado en Béjar, las de Luismi Ascorbe saltaban al 40x20 salmantino ofreciendo una muy buena imagen. Las españolas entraban poco a poco al partido conscientes de la importancia de minimizar errores y realizaban un buen trabajo, sólo penalizado por la falta de acierto en el lanzamiento. Circunstancia que una potencia como Francia no perdonaría ante una combativa selección española, que llegaba con vida al descanso (7:10) y dejaba todo por decidir para el segundo periodo.
Tras el paso por vestuarios, las Guerreras Promesas mantenían el nivel ofrecido en el primer periodo y lograban mejorar sus guarismos en facetas ofensivas. Todo ello, unido a un gran trabajo coral, en el que incidía el seleccionador nacional, con sus numerosas rotaciones que mantenían a todo el equipo metido en el partido.
Factor clave que permitía a España mantener un ritmo elevado de partido, anotándose un parcial favorable de 20:9 con el que las Guerreras Promesas se adjudicarían una clara victoria (27:19) ante el combinado galo.
Muy distinto resultaría el segundo choque disputado la noche del sábado. Al contrario que el viernes, España comenzaba dominando, marcando el ritmo del encuentro y llevando la iniciativa en el marcador ante una Francia a la que le costaba encontrar soluciones a la defensa planteada por Luismi Ascorbe.
Primer tiempo dominado por las españolas en el que las francesas no darían su brazo a torcer, llegando al tiempo de descanso con un ajustado (14:12). Diferencia escasa que dejaba las espadas en lo alto para los segundos treinta minutos.
Guion similar al del primer enfrentamiento, pero con los papeles invertidos, que cambiaría radicalmente en el segundo periodo en el que las españolas comenzaban a acumular pérdidas de balón. Errores que no dudaba en aprovechar una selección francesa que pronto daría la vuelta al marcador, obligando a remar desde muy pronto a las de Luismi Ascorbe.
Treinta minutos de gran intensidad, en los que ambos conjuntos intercambiaban golpes sin descanso, y en los que parecía sentirse más cómoda una Francia que se presentaba más entonada que el viernes.
Afortunadamente para los intereses de las Guerreras Promesas, emergería la figura de la guardameta Rebeca Secades que, con sus paradas, resultaría clave para que las españolas se mantuviesen en el partido hasta el tramo final del mismo.
Y sería en el momento decisivo donde la primera línea, Queralt Fornt, aprovechaba la jugada planteada desde el banquillo, para entrar como un cuchillo en la defensa francesa, anotando el último gol del encuentro que permitía a las españolas poner las tablas en el luminoso (24:24).
Encuentro entre dos selecciones que prometen dar que hablar en el panorama internacional durante los próximos años, con el que finalizaban los amistosos de Béjar. Dos partidos tras los que el seleccionador nacional Luismi Ascorbe mostraba su satisfacción afirmando que "la semana ha sido muy positiva, este grupo trabaja muy bien, aguantando la carga de trabajo de entrenos y partidos y cumpliendo poco a poco con los objetivos que nos marcamos para esta generación. Además, hay que destacar que todas las jugadoras han participado el mismo número de tiempo, se han repartido minutos, realizado pruebas y pese a ello seguimos sin perde.”
Todo ello, sin olvidar algo fundamental para el técnico español como es, “continuar trabajando por el mismo objetivo, que sigue siendo formar un grupo, no de 16, sino de 20 o 25 jugadoras en dinámica de equipo. Estamos cumpliendo con lo previsto y eso nos permite estar muy contentos con esta nueva experiencia internacional y el crecimiento del grupo.”
Fotografía: RFEBM