Las Guerreras no han podido evitar sumar una nueva derrota en su tercer partido de estos Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, la de hoy ante Países Bajos por 29 a 24 fue muy diferente a las cosechadas ante Brasil y Angola, tanto por sensaciones como por identidad. En esta tercera jornada, cumplido ya el ecuador olímpico, las Guerreras mostraron su versión más reconocible y ese carácter, tan de este equipo, de luchar hasta el final tanto en las buenas como en las malas.
El equipo español plasmó una clara mejoría en su juego, desde Merche Castellanos que volvió a ser providencial bajo palos con un buen número de paradas salvadoras como en ataque donde, en ciertas fases, las extremos volvieron a brillar con luz propia como Jénnifer Gutiérrez o Marta López y salió el carácter de puntales de esta selección como Paula Arcos, que se echó el equipo a la espalda cuando más lo necesitaba el equipo con galones y goles -finalizó como la máxima goleadora del conjunto español-.
Hay derrotas y derrotas y en el día de hoy, España puede salir de esta tercera jornada olímpica con la cabeza alta. Apenas unos meses después de ese cara a cara en el Preolímpico, por entonces ya sin nada en juego para ambas selecciones, este enfrentamiento en tierras parisinas rememoró por momentos aquel choque disputado en Torrevieja entre españolas y neerlandesas.
Como en aquel partido, el conjunto dirigido por Ambros Martín salió a dominar desde el primer momento. Con la permuta obligada de Alicia Fernández por la lesión de última hora de Maitane Etxeberria, las Guerreras salieron bien plantadas a pista con una Merche Castellanos que ya avisaba con varias paradas de mérito desde el comienzo o con el ataque español carburando como antaño, con gran protagonismo, sobre todo, desde el extremo izquierdo con una Jénnifer Gutiérrez muy enchufada tanto metiéndose hacia dentro para finalizar jugada, como en velocidad al contrataque.
España lograba pronto ese objetivo de recuperar buenas sensaciones y reconectarse con su mejor juego sobre la pista, lo que llenaba de esperanzas al conjunto español. No obstante, un aspecto que iba a comenzar a penalizar al combinado nacional para mantenerse ya el resto del encuentro serían las pérdidas de balón, que el cuadro neerlandés aprovechó para contrarrestar el empuje español y convertirlas en su principal baza para acabar llevándose el triunfo.
Ese fue el gran ‘pero’ que impidió a España sacar más rédito de su buena versión en este partido. Países Bajos no lograba encontrarse cómodo en construcción, todo lo contrario que, saliendo rápidamente en velocidad, donde se mostró altamente efectivo con la capitana neerlandesa Lois Abbingh y Bo Van Wetering, principalmente, al mando de las operaciones.
El combinado español empezó teniendo el dominio del marcador, pero conforme se fue acercando el descanso, Países Bajos se hizo con la iniciativa. Sin embargo, España se marchaba al intermedio con buenas sensaciones en su juego, pese a esa renta mínima de dos tantos a favor del equipo neerlandés. El regreso tras la reanudación no fue bueno por parte del conjunto de Ambros Martín que cosechó un parcial de 5-0 antes de completar una gran reacción liderada por Paula Arcos y Marta López. Ambas fueron las más importantes referentes de unas Guerreras que tiraron de orgullo para luchar por el partido hasta el pitido final. Nueva mención también en esta segunda mitad para Carmen Campos, que volvió a convertir cada lanzamiento de 7 metros. Todo un seguro en estas artes la central madrileña que mantiene su efectividad en el 100%, especialista total. Todo ello, hizo que el conjunto español, pese a caer, lo hiciera de pie y con la cabeza bien alta. El gen guerrero está de vuelta y esa es la gran noticia que deja el partido frente a Países Bajos.
Fotografía: Sasa Pahic Szabo / IHF / Kolektiff