Las Guerreras han sufrido una nueva derrota ante Angola (26:21), la segunda tras la del estreno olímpico ante Brasil. El equipo español llegó con ganas de mostrar una cara diferente a la ofrecida en el debut en tierras parisinas, pero ese impulso se desvaneció poco a poco con el pitido que señalaba el comienzo de la segunda mitad. Tras un primer parcial para la esperanza donde las españolas estuvieron más intensas en la recuperación y anticipación y con gran protagonismo en ataque, sobre todo, de Jénnifer Gutiérrez y Carmen Campos, el equipo español revivió fantasmas del pasado con un inicio de segunda parte dubitativo en el que costó volver a perforar la portería rival, lo que dio alas a la remontada angoleña y a un final de partido difícil de digerir para el cuadro español.
Tras unos días para analizar con detenimiento lo sucedido ante Brasil, España saltó a la pista para este segundo asalto ante Angola con otra predisposición. El conjunto dirigido por Ambros Martín trató desde el comienzo hacerse con la batuta del encuentro muy atento a las pérdidas del conjunto angoleño para salir en velocidad y ávido en la anticipación. Mientras, la ofensiva ganó presencia y protagonismo con unas Jénnifer Gutiérrez y Carmen Campos muy inspiradas de cara a portería tanto en velocidad, transición como, y esto especialmente la central madrileña, al lanzamiento de 7 metros donde exhibió una efectividad total -también en los que realizara en el encuentro frente a Brasil-.
Sin embargo, las Guerreras no consiguieron abrir una distancia importante en el marcador, también frenadas por los travesaños que evitaron varios goles claros a favor de España. A pesar de ello, el cuadro español se marchó venciendo por la mínima al descanso y con toda una segunda parte por delante para seguir perfilando aspectos a mejorar en el segundo parcial.
No obstante, lo que llegó tras la reanudación no fue ese paso adelante del equipo nacional, sino la reaparición de las dudas tras un parcial de 3-0 favorable al conjunto angoleño tras el pitido que indicó el inicio de la segunda mitad. En ella apenas iban a llegar seis tantos españoles, pero más allá de eso, las sensaciones positivas que sí habían hecho acto de presencia en el primer parcial se fueron desvaneciendo. Asimismo, mientras en la primera parte había sido España en su práctica totalidad la que había llevado la iniciativa en el marcador; en la segunda fue Angola la que rápido recogió el testigo para ya no volver a soltarlo. El ataque español volvió a mostrarse entonces falto de ideas y con un atasco que apenas algunos fogonazos de Shandy trataron de reavivar. Sin embargo, esa llama no prendió ya que a la escasez de ideas en la ofensiva se sumó de nuevo la pérdida de seguridad defensiva. Quién sabe qué hubiera pasado si España hubiera logrado materializar esas ocasiones erradas en el primer parcial para haber aumentado la renta, pero lo cierto es que las Guerreras fueron claramente de más a menos en el partido para terminar cosechando su segunda derrota y que se complique todavía un poco más el camino olímpico. No queda otra que mirar hacia delante y seguir confiando hasta que la clasificación no diga lo contrario.
Fotografía: Sasa Pahic Szabo / IHF / Kolektiff