Además de seleccionador del combinado nacional juvenil masculino de balonmano playa, Pedro Bago es un estudioso de esta modalidad. Tal y como os contamos hace unas semanas, se encuentra inmerso en una tesis doctoral que demuestra sus beneficios, en la que también trabajan Juan Carlos Zapardiel (miembro de la Comisión de Balonmano Playa de la Real Federación Española de Balonmano) y Juan Pablo Morillo, escritor de Balonmano Playa y entrenador.
Por todo ello, hablamos con Pedro Bago sobre los factores positivos de la práctica deportiva en la arena en general, y del balonmano playa en particular.
Pregunta - ¿Qué te llevó a realizar este gran trabajo centrado en esta modalidad?
Respuesta - Me gusta el balonmano playa y empecé a curiosear en los diversos factores que se ven afectados por el trabajo en la arena. Por ejemplo, por qué van más lentos los jugadores en esta superficie.
P - ¿Qué beneficios tiene el trabajo en la arena?
R - A través de diversos protocolos de entrenamiento, basados en lo que popularmente se conoce como multisaltos, hemos trabajado con jugadores de pista, algunos de ellos miembros de la selección juvenil y promesas, y hemos visto unos resultados muy esperanzadores.
Parece que trabajar en la arena motiva un aumento de la agilidad, la velocidad de lanzamiento y la potencia de salto. Además, según estamos viendo, el ejercicio en esta superficie mejora también la resistencia.
P - A nivel muscular, ¿qué grupos tienen una mayor carga de trabajo en la arena?
R - Principalmente se nota en los gemelos. Al apoyar el pie en la arena, por su inestabilidad, el gemelo trabaja mucho más. En las primeras sesiones de trabajo hemos comprobado que existe un elevado nivel de fatiga, y es el tren inferior el que más nota el trabajo en la arena. Este se muscula, las piernas hacen un gran trabajo y mejora enormemente el rendimiento.
P - ¿Se observa alguna relación entre lesiones y trabajo en la arena?
R - La tesis no se centra en ese aspecto, habría que estudiarlo, aunque todo hace indicar que no. Aunque la arena es más inestable y cabría pensar que por ello es más probable una lesión articular, es todo lo contrario. En los grandes campeonatos de balonmano playa se observan muy pocas lesiones de este tipo. Además, hay trabajos de rehabilitación que en ocasiones se llevan a cabo en la arena.
P - ¿En qué se diferencia la preparación física del balonmano playa y el balonmano pista?
R - Es muy específica. Hay dos factores que influyen especialmente para que así sea: el ambiente y la superficie, aunque también hay otros como la duración de los partidos.
En cuanto a lo primero, recuerdo el último Campeonato del Mundo, en Omán, donde había que preparar el cuerpo para los golpes de calor. En cuanto a la superficie, si bien es cierto que es un condicionante, también lo es que se trata de un trabajo fácilmente integrable.
P - ¿Por qué crees que la playa no se incluye más en la pretemporada de los equipos?
R - La verdad es que no lo sé, quizás por tratarse de algo que no es tradicional. Sé que hay algunos entrenadores que sí lo han aplicado en alguna pretemporada.
Creo que sesiones de entrenamiento en playa serían buenas de cara a incrementar el rendimiento de los jugadores. Hay estudios que demuestran que las articulaciones sufren menos en arena que en superficie rígida.
P - Para acabar, ¿animarías a los jugadores de pista a probar con el balonmano playa durante los meses de verano?
R - Yo estoy a favor de ello, aunque sea por jugar y divertirse. Como hemos comentado, las articulaciones no sufren, y el contacto es más limitado que en pista, por lo que las posibilidades de lesión son limitadas, por lo que hay que perder el miedo a ello. Es una buena manera de que los jugadores se diviertan y no pierdan el ritmo durante mes y medio o dos meses. No hay peligro, no pasa nada grave.