La necesidad de ganar a Croacia, en su cancha, un Spaladium Arena que está llevando en volandas a los suyos, está pesando demasiado para un equipo envuelto en un nerviosismo generalizado, provocado por la indecisión, precipitación y mala elección.
Croacia ha salido en el mejor escenario posible, y lo que es más importante, dando primero, lo que ha supuesto una inyección de calor a su ruidosa hinchada.
Ya en los primeros compases España denotó no estar metida de llena en el partido, y con una defensa blanda, y dos errores en el pase, Valcic y Metlicic colocaban el primer parcial de 0:2.
Fue entonteces cuando Alberto Entrerríos, necesitado de confianza, se elevó por encima de la defensa estrellando su lanzamiento en el fondo de la red. Pero atrás se notaban nervios y la precipitación en ataque, supuso que los croatas, gracias a la velocidad meteórica de CAPIC, endosara un parcial d e 0:4, colocando el 2:7 en el minuto 12’.
Las dudas se apoderaron de los de Valero, quien dio entrada a Iker, para desatascar el espeso ataque español. Viran colocaba a España a 3 (7:10) en el 18’, pero una nueva pájara española y con un Lackovic en estado de gracia, nuevo parcial de 0:4, para lanzar el partido a 7:14 en el 21’.
Con la máxima renta para los anfitriones, (10:18), España dispuso de una doble superioridad (exclusión de Valcic y 2 minutos a Lino Cervar). Pero España sólo pudo sacar una renta de 1:0, tras perder un balón y lanzar otro a las manos de Alilovic.
Entrerríos recortó las distancias a 7 (11:18) y la segunda parte está llamada a la épica si España quiere mantener viva la esperanza de entrar en semifinales.
Parciales cada 5':
1:3 / 2:6 / 3:8 / 7:13/ 9:17 / 11:18