Dentro de la serie de reportajes de #GenBalonmano, además de analizar la trayectoria de las distintas generaciones con la elástica española, nos adentraremos en conocer la proyección de los jugadores más destacados a nivel de clubes.
Esta semana proseguimos con la Generación 1994-1995, que ha dejado a muchos y muy interesantes jugadores que destacan tanto en la Liga Sacyr ASOBAL como fuera de España, tratando de continuar con una progresión que les acerque a cotas mayores, entre ellas la de formar parte de los Hispanos, como ya hicieran en las categorías de base con buenos resultados: una medalla de bronce, dos cuartos puestos y un séptimo.
FRANCIA SE HA CONVERTIDO EN HOGAR
La Lidl Starligue francesa es, a día de hoy y sin duda alguna, la liga más potente del mundo, con permiso de la Bundesliga alemana. Por ello, recalar en uno de sus clubes es sinónimo de progresión, y la competición se convierte en un auténtico escaparate a nivel mundial para sus jugadores. Esto no ha pasado desapercibido en la Generación 1994-1995, ya que hasta cuatro jugadores han jugado esta temporada en la máxima categoría gala: Diego Piñeiro (Dunkerque), Oriol Rey (Pays d'Aix), Marc Cañellas (Chartres Métropole) y Arnau García (Fenix Toulouse).
El primero en hacer las maletas fue el lateral izquierdo catalán, que en verano de 2017 realizaba la misma ruta Granollers-Toulouse que hizo un año antes Ferrán Solé. Después le seguiría, en verano de 2018, el pivote gallego, despidiéndose así como capitán del ABANCA Ademar León, club que le vio crecer como jugador. Oriol Rey y Marc Cañellas, por su parte, se han incorporado a la liga esta última temporada, aunque en el caso del primero ya jugaba en Francia anteriormente: llegó a Aix-en-Provence procedente del Cavigal Nice.
En el propio equipo de Niza jugó también Álvaro del Valle, otro miembro de esta Generación 1994-1995 que parece haber encontrado su hogar en el país vecino. Además, el pivote hispano-argentino Gonzalo Carró -jugó en categorías inferiores con España, pero es internacional absoluto con Argentina- ha jugado esta temporada en el Pontault-Combault de segunda división.
NACHO PLAZA, EL PIONERO
Bastante antes que todos estos jugadores, hubo un pionero que marcó el camino para la Generación 1994-1995: Nacho Plaza. Con tan solo 21 años y siendo ya una referencia en la Liga ASOBAL, el pivote ciudadrealeño hizo las maletas en verano de 2015 y se marchó a la potente Bundesliga alemana. Sus 114 partidos como internacional español en categorías inferiores no habían pasado desapercibidos para uno de los 'clásicos' germanos: el Füchse Berlín.
Sin duda alguna, la proyección de Plaza hacía presagiar que se podía estar ante el relevo natural de Julen Aginagalde en los seis metros. Sin embargo, las lesiones han frenado en seco su crecimiento: su rodilla dijo 'basta' y le mantuvo en el dique seco durante mucho tiempo. Posteriormente, fichó por el SC Magdeburg, y el pasado verano decidió abandonar Alemania y recalar en el AEK Atenas, donde se ha coronado campeón de la liga griega.
Uno de sus compañeros de puesto y selección, Abel Serdio, está experimentando un crecimiento sobresaliente en los últimos tiempos. El pivote de Avilés, internacional con los Hispanos, fichó el pasado verano por el Barça tras convertirse en una de las estrellas de la Liga ASOBAL en Valladolid. Esta próxima temporada será, sin duda alguna, una de las piezas clave para Xavi Sabaté en el Orlen Wisla Plock polaco, donde buscará seguir creciendo para llamar con fuerza a la puerta del combinado nacional.
REFERENTES EN ASOBAL
Esta Generación 1994-1995 no solo destaca fuera de nuestras fronteras, sino que también brilla como producto nacional, en la Liga Sacyr ASOBAL. Un nutrido grupo de jugadores que militan en clubes de la máxima categoría del balonmano español y que lo hacen encadenando grandes actuaciones y adquiriendo responsabilidades en sus respectivos vestuarios.
Sin ir más lejos, Mario López es el capitán de uno de los 'grandes', el ABANCA Ademar León, y un seguro de vida para su extremo derecho. En Logroño La Rioja, Sergey Hernández, Imanol Garciandia y Miguel Sánchez-Migallón -capitán-, tres Hispanos, son pilares fundamentales en los esquemas de Miguel Ángel Velasco. Los galones no pesan, y se lo pueden decir tanto a Jon Azkue, timón de un Bidasoa Irún venido a más en las últimas temporadas, como a Alejandro Márquez, cañonero zurdo de un Fraikin Granollers en el que compartirá vestuario el próximo curso con su hermano Chema. O dos centrales con una visión de juego excelente que brillan en Castilla y León, como son Adrián Fernández en el Recoletas Atlético Valladolid o Rodrigo Pérez en el Viveros Herol Nava.
Fotografía: Fenix Toulouse, AEK, Ademar León
