El pasado lunes descubríamos la historia detrás de la Generación 1982/1983 de Hispanos, una hornada sin grandes resultados en la base pero que, sin embargo, sí que obtenía numerosas medallas en su salto a la absoluta. Y que, además, ha sido de las primeras en probar fortuna en el extranjero de forma más o menos masiva.
Julen Aginagalde, por ejemplo, se acabaría consolidando en el Balonmano Ciudad Real, pero el ocaso del Atlético de Madrid le obligaría a buscar destino en el extranjero, concretamente en el Kielce de Polonia de la mano de Talant Dujshebaev. Allí, el pivote de Irún conseguía alzar por primera y única vez en su carrera la Champions League. Y ahora, a partir de septiembre, volveremos a disfrutar de él en territorio español, concretamente en las filas del Bidasoa de Irún.
Y es que, precisamente, ese ocaso del Atlético de Madrid provocaría la marcha al extranjero de diversos jugadores de esta hornada, como es el caso de Rafael Baena que buscaría acomodo en la liga francesa, concretamente en las filas del US Créteil, antes de desembarcar en Alemania, primero en el Rhein-Neckar Löwen y más tarde en el Bergischer HC. Cristian Malmagro dejaría España incluso antes, en 2010, al desaparecer el Portland San Antonio, rumbo a Dinamarca.
Viran Morros y Daniel Sarmiento comparten el hecho de haber militado en el Barça -con el que ambos alzaron la Champions- antes de dar el salto a la liga francesa. El primero, canterano del conjunto azulgrana, dejaría 'su' equipo para engrosar la plantilla estelar del Paris Saint-Germain. El canario, por su parte, afronta su quinta campaña en las filas del Saint-Raphaël, un equipo de mitad de tabla en Francia pero en el que el jugador isleño ha dejado su sello.
Albert Rocas, protagonista en el día de hoy en el Instagram Live de la Real Federación Española de Balonmano, salvo su breve aventura en Dinamarca, completaría el resto de su carrera deportiva en España, incluyendo en ella su estancia en el Fútbol Club Barcelona con el que conquistaría Europa. Yeray Lamariano, por su parte, ha militado hasta en 7 equipos distintos en España, pero en su trayectoria figura una aventura en el extranjero, en el Chartres galo.
Y si hablamos de aventuras exóticas, ahí el premio es para Víctor Hugo López, que tras abandonar Logroño en 2013 y jugar dos temporadas en Alemania, iba a poner rumbo a Catar primero, y más tarde a Japón para terminar allí su carrera en el Toyoda Gosei, conquistando la All Business Japan Championship, que equivaldría a la Copa de S. M. el Rey aquí en España.
Y finalmente, encontramos casos de fidelidad duradera en el tiempo como Álvaro Ferrer con el Club Balonmano Granollers, o David Mendoza con el Balonmano Ciudad Encantada, a pesar de que, en su caso, no pertenecía a la cantera de dicha entidad.
Y por último, destacar la figura de Óscar Perales, que tenía que abandonar las canchas de forma prematura por problemas físicos, pero que durante años fue un considerado un valor en alza con un futuro prometedor.