Consumada la derrota a manos de Francia, el seleccionador de las Guerreras, José Ignacio Prades, hacía un análisis claro de lo acontecido en la tarde de hoy: "el resumen es rápido, porque salvo en los primeros minutos que sí hubo una reacción, tuvimos todo en contra casi desde el inicio; fue un problema de convicción, fallamos en creer que podíamos ganar a Francia". Profundiza en ello: "anímicamente el equipo se había recuperado, pero fue un mazazo el resultado de Países Bajos, pero no es excusa, había que salir a la pista a luchar por la séptima plaza porque llevaba unos réditos muy buenos, nos ofrecía una buena opción de futuro y no fuimos capaces de competir, eso es lo que más me duele personalmente".
Y es que "este equipo, tras un camino largo y tortuoso, no se merecía acabar con esta sensación, me sabe mal por las chicas porque hay muchas cosas buenas que resaltar y poner en valor; seguramente hoy es difícil hacerlo, pero el análisis debe llegar en frío y seguro que será distinto".
La extremo Jénnifer Gutiérrez sigue la línea del técnico español: "sabíamos que Francia era un gran rival, nos jugábamos muchos y ellas no, y parecía que esa podía ser una baza a nuestro favor; el marcador ha sido culpa nuestra totalmente, hemos salido apagadas y esa no es la actitud que nos caracteriza". Y ante Francia "es algo que se paga como hemos visto en el marcador final".
En resumen, "el Campeonato de Europa nos debe servir para aprender, porque aquí nadie te regala nada; podemos competir contra todos los equipos, pero hay que apretarse 'los machos' porque no podemos escudarnos en 'hoy hemos competido' o 'hemos muerto en la orilla'".
Fotografía: Kolektiff Images