La Real Federación Española de Balonmano continúa desgranando con la serie de reportajes #GenBalonmano a cada una de las generaciones de jugadores y jugadoras que el balonmano español nos ha ofrecido a lo largo de su historia. Con el balonmano detenido a causa de la COVID-19, este se ha convertido en un momento para hacer retrospectiva y ver de forma pormenorizada los mimbres con los que se ha forjado nuestro deporte y nuestra selección, base esencial para los éxitos en grandes citas internacionales.
Después de descubrir a las Generaciones 1998-1999 y 1996-1997 de Hispanos y Guerreras, las dos últimas en finalizar su ciclo formativo en la base de los Equipos Nacionales, toca descender un escalón más en nuestro listado particular. Nos adentramos en la Generación 1994-1995 de Hispanos, dirigida durante su etapa juvenil por Ricard Franch y por Isidoro Martínez en su etapa junior.
DINAMARCA Y ALEMANIA, AUTÉNTICAS 'BESTIAS NEGRAS'
A lo largo de los cuatro veranos en los que esta generación disputó todas las citas internacionales de base, dos selecciones se convirtieron en sus particulares 'bestias negras': Dinamarca y Alemania. En todos los duelos disputados entre ellos en eliminatorias, ya sea de Campeonatos de Europa o del Mundo, España tan solo se llevó una victoria: fue ante el combinado danés para llevarse la medalla de bronce continental en Austria 2014, el único metal logrado por la camada 1994-1995.
Siguiendo un orden cronológico, aquellos Hispanos Juveniles se quedaron a las puertas del podio en sus dos años como juveniles: en el Campeonato de Europa de Austria 2012, Alemania les apeaba de la final y Dinamarca les quitaba la posibilidad de colgarse el bronce; y en el Campeonato del Mundo de Hungría 2013, el orden fue justo el contrario. Sin duda alguna, estas dos selecciones fueron las grandes dominadoras de esta generación en lo que a medallero se refiere.
Pasando a la etapa como Hispanos Junior, en 2014 llegó la gran alegría con el ansiado bronce mencionado anteriormente, y se finalizó con un sabor amargo en el Campeonato del Mundo de Brasil 2015. Dinamarca volvía a aparecer, esta vez en cuartos de final, eliminando por la mínima a España en un partido de ingrato recuerdo, con una remontada en los últimos minutos que privaba al conjunto de Isidoro Martínez de volver a luchar por las medallas por cuarto y último torneo consecutivo.
Cabe destacar la presencia en esta generación de un jugador que ya lo había ganado casi todo con los Juniors de Oro -Generación 1992-1993-: Nacho Plaza. El ciudadrealeño, un adelantado a su época, dominaba en el pivote a su antojo, lo que le valió doblar y 'subir' de categoría para disputar alguna gran cita internacional. Es por ello que, con 114 partidos, es el jugador con más internacionalidades de la historia en las categorías inferiores de la selección española.
5 MEDALLISTAS CON LOS #HISPANOS
En esta Generación 1994-1995, hasta 12 jugadores han podido dar el salto y debutar con los #Hispanos, todos ellos de la mano de Jordi Ribera. Precisamente en el debut del técnico gerundense en el banquillo español, en Valladolid, se estrenó el primero de ellos: Miguel Sánchez-Migallón. Habría que esperar hasta octubre de 2017, en un doble amistoso ante Alemania, para ver debutar otros tres de esta camada: Diego Piñeiro -el capitán del equipo-, Arnau García y Sergey Hernández. También debutó en Magdeburgo Aleix Gómez, de 1997 pero que también formó parte del grupo en Austria 2014 y Brasil 2015.
94 partidos y 109 goles es la carta de presentación de la Generación 1994-1995 con los Hispanos. Los más habituales en los últimos tiempos han sido Abel Serdio, Sergey Hernández y Marc Cañellas. Estos dos últimos, más Imanol Garciandia, Ignacio Biosca y Arnau García, lograron la medalla de bronce en los Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018. Especiales son los casos del portero navarro y del lateral derecho guipuzcoano: han llegado a la órbita del combinado nacional sin disputar un solo partido en las categorías inferiores.
SANDER SAGOSEN, HEREDERO AL TRONO
A pesar de no ser un jugador que irrumpiese con excesiva fuerza en los grandes torneos de formación -de hecho sus apariciones son muy limitadas-, a día de hoy es uno de los mejores jugadores del mundo, y tiene tan solo 24 años: Sander Sagosen. El noruego lleva siendo desde los 21 años la gran estrella de su selección, ya que en su debut en una gran cita internacional -Campeonato de Europa de Polonia 2016- fue elegido Mejor Central; y se ha convertido en un icono del deporte en su país. Junto a él, brilla con luz propia en el combinado nórdico Torbjørn Bergerud. El guardameta del SG Flensburg-Handewitt saltó a la fama en 2017 cuando, en semifinales del Campeonato del Mundo en Francia, detuvo a Zlatko Horvat un 7 metros para forzar una prórroga que, a la postre, serviría a Noruega para meterse en la primera final mundialista de su historia.
Es imprescindible hablar de la gran generación de jugadores que forjó Alemania -dos oros continentales y dos bronces mundiales-, y buena prueba de ello es que al hablar de los Jannik Kohlbacher, Fabian Wiede o Paul Drux se nos vienen a la cabeza tres nombres habituales en Die Mannschaft. Algo similar ocurre en Dinamarca con dos jugadores importantes en dos equipos punteros de la Bundesliga: Simon Hald -SG Flensburg-Handewitt- y Magnus Landin -THW Kiel-.
Nombres como los de Jerry Tollbring -Suecia-, Blaz Blagotinsek -Eslovenia-, Nicolas Tournat y Nedim Remili -Francia-, Vladimir Cupara -Serbia-, Marko Mamic -Croacia-, Luc Steins -Países Bajos- o Bence Banhidi -Hungría- también suenan con fuerza en el panorama internacional, liderando a sus respectivas selecciones o siendo piezas muy importantes en cada una de ellas.
Infografía: RFEBM / Fotografía: ÖHB, IHF