La Real Federación Española de Balonmano sigue desgranando a través de la serie #GenBalonmano todas y cada una de las generaciones de jugadoras y jugadores que el balonmano español nos ha ofrecido a lo largo de su historia. La crisis del COVID-19 nos ha permitido hacer un alto en el camino y mirar hacia atrás, recordando con qué mimbres se están forjando los éxitos del presente y del pasado más cercano.
Si la semana pasada descubrimos a los integrantes de la Generación 1990/1991 de Hispanos, con Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales a la cabeza, hoy es turno de conocer los nombres que conforman la Generación 1988/1989, que destaca por haber sido la primera en participar en una cita mundialista de categoría juvenil en el verano de 2007, en Bahréin.
La trayectoria de este grupo es regular, pero en todo momento alejada de las medallas. En 2006 hacía su debut en Estonia, en la cita continental juvenil, y sufría en sus carnes la potencia de Croacia en la primera fase y de Dinamarca en la Main Round, ambos a la postre finalistas de aquel torneo. Dinamarca, precisamente, iba a consumar su venganza ante los balcánicos en la final mundialista de 2007 en Bahréin, con una España que culminaría su primera presencia con una séptima plaza al derrotar en el choque final al organizador. La etapa Junior de este equipo arrancaría con otra quinta plaza, esta vez cosechanda en Rumanía, al ser frenado por Suecia en la primera fase y por Francia en la Main Round; culminando su ciclo formativo con su peor resultado, la octava plaza en el Campeonato del Mundo de Egipto 2009.
La falta de medallas de esta hornada en su trayectoria en la base quedaría compensada con el enorme éxito que ha cosechado con la elástica de los Hispanos. Jorge Maqueda (139 partidos, 353 goles) es, sin lugar a dudas, el mayor exponente de este grupo. Y no sólo por el hecho de que es uno de los diez jugadores en la historia del balonmano masculino español que ha sido capaz de levantar un título de Campeonato del Mundo (2013) y de Campeonato de Europa (2020), ya que en su palmarés figuran otros éxitos: una medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Dinamarca 2014, y una medalla de plata en el Campeonato de Europa de Polonia 2016. Además, cabe destacar la doble conquista del Campeonato de Europa en 2018 y 2020 por parte de Adrià Figueras (66 partidos, 158 goles) y Ángel Fernández (60 partidos, 180 goles); el título del Campeonato del Mundo de España 2013 alzado por Ángel Montoro (32 partidos, 54 goles); la medalla de plata del Campeonato de Europa de Polonia 2016 cosechada por Niko Mindegia (23 partidos, 31 goles); y el metal de bronce de Iñaki Peciña (18 partidos, 16 goles) en los Juegos del Mediterráneo de Tarragona 2018.
NUMEROSAS ESTRELLAS A NIVEL INTERNACIONAL
El balonmano había disfrutado de dos magníficas hornadas en los años 1984 y 1985 con Nikola Karabatic, y en 1986 y 1987 con Mikkel Hansen y Uwe Gensheimer, como grandes referentes. El listón parecía muy alto, pero la Generación 1988/1989 se descubría a sí misma como una de las mejores en la historia del balonmano por la cantidad de grandes nombres que ha aportado al panorama internacional.
El monopolio de aquellos años quedaría en manos de Dinamarca y Croacia, algo perfectamente justificable si observamos sus plantillas. Y es que en el conjunto escandinavo nos encontramos con la que ha sido, durante años, su dupla de porteros absolutos, el superlativo Niklas Landin y su acompañante, Jannick Green; además de jugadores de pista talentosos como Casper Mortensen y Nikolaj Markussen. En Croacia, por su parte, todo el protagonismo durante la etapa formativa iba a quedar en manos de Dumagoj Duvnjak y Manuel Štrlek, y habría que sumar a ambos otro nombre, Igor Karačić, nacido en la actual Macedonia del Norte y formado balonmanísticamente en Bosnia & Herzegovina antes de debutar en 2013 con la camisetas arlequinada.
Hay un claro protagonismo nórdico en esta hornada de los 1988 y 1989, ya que en Suecia aparecen dos grandes nombres, Niclas Ekberg y Kim Ekdahl du Rietz; y en Noruega dos extremos titulares a día de hoy en el combinado que dirige Christian Berge, Magnus Jondal y Kristian Bjørnsen.
Y junto al poderío nórdico, Sudamérica se hacía notar por primera vez en el panorama internacional, sobre todo en el caso de una Argentina liderada indiscutiblemente por Diego Simonet y con los notables Federico Vieira y Federico Gastón Fernández. En Brasil, por su parte, nos encontramos con el hoy azulgrana Thiagus Petrus, que ya por entonces empezaría a destacar como el magnífico defensor que es.
Muchos y excelentes jugadores, sin lugar a dudas, que acompañados por Jure Dolenec y Dean Bombac de Eslovenia; Patrick Groetzki, Kai Häfner y Tobias Recihmann de Alemania; Luka Karabatic y William Accambray de Francia... conforman una verdadera pléyade de estrellas en el firmamento balonmanístico.
