A lo largo de estos meses en los que el Covid-19 nos ha mantenido alejados de las pistas, la Real Federación Española de Balonmano ha publicado una serie de reportajes en los ha desgranado todas y cada una de las generaciones de jugadoras y jugadores que el balonmano español nos ha ofrecido a lo largo de su historia. Ahora ponemos punto y final llegando a los orígenes de lo que hoy en día conocemos como Guerreras.
El pasado mes de diciembre la selección española comandada por Carlos Viver le daba un bocado a la historia de este deporte en España. Por primera vez, la sección femenina se colgaba una plata mundial que volvía a poner en alza el balonmano femenino. Sin embargo, debemos echar la vista muy atrás y recordar a aquellas jugadoras que pusieron la primera piedra en el camino. Hablamos de la Generación de los años 60, que cuenta con una nómina de jugadoras que vivieron en primera persona uno de los hechos más importantes de la historia del deporte español que se recuerdan, más allá de títulos y medallas: los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
Allí empezó la historia. Hablamos de unos Juegos Olímpicos que marcaron un antes y un después en nuestro país. Y allí estaban ellas, las Guerreras que abrieron el camino hacia lo que somos hoy. Rita Hernández, Cristina Gómez, Maru Sánchez…Ellas fueron las primeras en escribir una página dorada en la historia del balonmano español no solo participando en los Juegos Olímpicos de Barcelona, también consiguiendo la primera clasificación de la historia para un Mundial.
Y para analizar a algunas de las más destacadas de estos años 60, indudablemente debemos comenzar por la mujer récord: Cristina Gómez. La estrella valenciana es la segunda jugadora en la historia del balonmano con mayor número de internacionalidades (277) y goles (897), solo superada por Marta Mangué (301 partidos y 1034 goles). Además, es la única, junto a Mª Eugenia Sánchez y Monserrat Puche, con presencia en dos citas olímpicas (Barcelona 1992 y Atenas 2004). La pivote catalana desarrolló su carrera deportiva en el Mar Valencia, con el que obtuvo quince títulos de Liga, trece Copas de la Reina y tres Supercopas de España a las órdenes de Cristina Mayo. Sin embargo, su palmarés va mucho más allá pues entre sus hitos deportivos se encuentra la Supercopa de Europa de 1998, y la Recopa en 2000, así como las dos finales de la Champions.
Otra leyenda terrenal de esta época es Natalia Morskova, considerada por muchos como una de las mejores jugadoras de todos los tiempos. Iluminó a toda una generación de aficionados y, hoy en día, su juego continúa siendo admirado y recordado, demostrado la magnitud de una jugadora adelantada a su tiempo cuyo palmarés está al alcance de muy pocas: dos bronces Olímpicos, tres oros mundiales -uno de ellos junior en Seúl y dos absolutos con la selección de la antigua Unión Soviética, una Copa de Europa con el inolvidable Osito-L’Eliana (1996-97), dos Recopas continentales con el Rostov y trece ligas españolas y once copas de la Reina. Con la selección española acumuló 49 internacionalidades y un total de 396 goles.
Otro mito de nuestro balonmano como decíamos es Maru Sánchez, la mítica guardamenta que se inició pronto en el mundo del balonmano incentivada por el que en aquel entonces era su profesor de educación física, Manolo Cadenas. Internacional con España en 195 ocasiones, la madrileña disputo nada más y nada menos que dos Juegos Olímpicos, seis Mundiales, dos Europeos y fue protagonista del mítico oro de los Juegos del Mediterráneo de Almería 2005. Además, es otras de las jugadoras que cuenta en sus vitrinas con un distinguido palmarés con 4 Ligas, 2 Supercopas de España, una Copa ABF y dos Copas de la Reina entre los tres clubes en los que militó en División de Honor – Balonmano Uber, Orsan Elda y Cementos La Unión Ribarroja.
Con 130 partidos internacionales y 105 goles a sus espaldas, Karmele Makazaga fue otra de las grandes abanderadas de los años 60, que tuvo una trayectoria exitosa en Hernani y Bidebieta. Junto a ella, brillaron Rita Hernández (69 partidos con la selección y 52 goles), primera olímpica en el Rocasa Gran Canaria, que además fue una de las diez privilegiadas que disfrutaron del primer Campeonato de Europa de Balonmano Playa organizado en España; Dolores Ruiz (112 partidos y 329 goles) y la actual seleccionadora Sagrario Santana (106 partidos, 1 gol), portera de los clubes más punteros del panorama español en aquel entonces como Íber, Mar Valencia y Osito l’Eliana.
Fotografías: RFEBM