Cuando hablamos de la generación del 98/99 no hacemos alusión a una generación de gran impacto a nivel internacional en cuanto a la selección se refiere. Sin embargo, la gran mayoría de jugadoras tienen un importante peso en el balonmano nacional de nuestro país, siendo líderes destacadas en sus respectivos equipos y convocadas en su gran mayoría para el proyecto ‘Objetivo 2021’, cuyo objetivo es preparar a las jóvenes promesas del balonmano femenino español para su futuro ascenso al combinado español.
Bajo la dirección de Jenaro Félix, que comenzó su andadura al frente de la categoría juvenil en 2007 tras dos años al frente de la selección promesas, esta generación logró el billete para disputar el Campeonato de Europa de Macedonia de ese mismo año después de disputar la fase de clasificación ante las selecciones de Montenegro, Moldavia y Eslovenia, con un saldo de dos victorias y una derrota. Este sería el segundo de los objetivos logrados por el técnico salmantino esta temporada, después de conseguir la medalla de plata en Brastislava con la generación del 90.
Antes de afrontar la cita europea, Jenaro argumentaba que ‘’no es que esta generación sea mejor o peor que la que, por ejemplo, conquistó la plata conmigo en el europeo. Quizá nos falte una referencia de calidad, una estrella, pero la gran diferencia es que antes podíamos entrenar mucho más que ahora y llegaban los equipos mucho más hechos a los campeonatos’’.
Jenaro Félix: ''Para mi Eli Cesáreo era la mejor de la generación. Entiendo perfectamente que forme parte ya de las Guerreras’’.
El combinado nacional comenzó el europeo con una dolorosa derrota ante Rumanía, lo que obligaba a conseguir una heroica victoria ante Rusia, la selección con el mejor plantel de jugadoras de la generación. España perdió por un contundente 22:34, viéndose obligada a ganar a Alemania para pasar al grupo de descenso con dos puntos (26:29). A partir de ahí, España contó sus partidos por victorias, superando al equipo anfitrión (16:35), a Chequia (38:32) y a Holanda, salvo en la última jornada, que cayó por la mínima ante Alemania (29:30), cerrando su partición en décima posición, la última que otorgaba un billete al Campeonato del Mundo de Eslovaquia. ‘’Este era el verdadero objetivo que nos habíamos planteado y, por suerte, se consiguió’’.
En aquel campeonato ya comenzaron a destacar algunas jugadoras a las que hoy en día se las augura un gran futuro al frente de nuestro deporte. En especial, Elisabet Cesáreo, una jugadora que tal y como relata Jenaro, ‘’desde que la vimos en un Campeonato de España tuvimos claro que tenía que venir a la selección. Para mí era la mejor de la generación en todos los parámetros. Era madura, tenía ya gran ambición por mejorar y ser una buena jugadora y además contaba con grandes condiciones físicas’’.
Cuatro años después, y con apenas 20 años, ha logrado con la selección absoluta la medalla de plata en el Campeonato del Mundo de Japón 2019, algo que no sorprende al técnico salmantino: ‘’Entiendo perfectamente que forme parte ya de las Guerreras, es una jugadora con mucho potencial y solo espero que las lesiones la respeten’’.
Pese a contar con un buen grupo de jugadoras, la cita mundialista en Eslovaquia de 2016 todavía como juveniles no cumplió las expectativas. El combinado de Jenaro Félix se vio muy por debajo de sus rivales, cerrando la cita en decimoquinta posición.
Tras su periplo en categoría juvenil, esta generación se puso a las órdenes de Jorge Dueñas. El técnico bilbaíno, que abandonaba su cargo como seleccionador nacional absoluto después de más de nueve años al frente de unas Guerreras que consiguieron bajo su mando sus mejores éxitos, cogía las riendas de la selección en la categoría junior.
Tras una primera concentración con varias novedades, a modo de prueba -y con José Ignacio Prades como segundo-, el técnico confió la tarea de conducir al equipo hacia la cita europea de Eslovenia a jugadoras con experiencia como Janna Sobrepera, Paula Alonso, Ona Vegué, Eli Cesáreo o Ana González, entre otras. Para ello, España debía superar en el Pabellón Vila de Noia de Carballo a Islandia, Rumanía, Lituania. Y lo hizo, con tres partidos casi perfectos que invitaban a soñar alto. Sin embargo, Dueñas ya avisaba que había que mantener los pies en el suelo: ‘’Hay que tener prudencia y humildad, ante todo. Tenemos un grupo muy complicado, con potencias como Alemania, Francia y Serbia. Mirar más allá de la primera fase es muy precipitado’’.
España quedó tercera de grupo después de ganar al combinado serbio y caer ante alemanas y francesas. Ya en la Intermediate Round logro superar a las anfitrionas y a Portugal, perdió con Suecia y en el encuentro por el undécimo puesto ante Eslovenia, de nuevo las españolas volvieron a hacerse con la victoria por un ajustado 28:29, en un encuentro que decantó la capitana Ana González con un gol desde los 7 metros y que sirvió para otorgar la 11ª plaza a las Guerreras Junior, aunque la descalificación de Rusia por el dopaje de 3 de sus jugadoras nos hizo terminar en el décimo puesto.
‘’Tuvimos un grupo muy fuerte con Francia, Alemania y Serbia. Jugamos bien contra las alemanas, pero tuvimos falta de acierto. Después, en el resto del campeonato, competimos bien, fue una evolución importante para las jugadoras que venían de una trayectoria que no estaba siendo buena moralmente y les reforzó de cara a evolucionar. Fue una gran experiencia formativa para ellas’’, relata ahora Jorge Dueñas, quien ya auguraba un futuro prometedor en algunas de las internacionales.
Jorge Dueñas: ''En el momento que Sayna trabaje su condición física va a ser una jugadora de alto nivel y podrá estar con regularidad en grandes campeonatos''
‘’Podíamos entender que, por sus características, con una altura de 1,87 y un brazo de un potencial increíble tenía clara aptitud para estar en la selección absoluta. Sus lesiones le han condicionado para asentarse, pero en el momento que trabaje su condición física va a ser una jugadora de alto nivel y podrá estar con regularidad en grandes campeonatos’’, comenta Dueñas sobre Sayna Mbengue.
Mientras, acerca de, por el momento, la única jugadora fija en las listas de Carlos Viver, Eli Cesáreo, el técnico explica que ‘’ya demostraba en la categoría Junior que tenía un potencial importante, porque tenía muy buen físico con unas características de jugadora que en el centro de la defensa podía aportar mucho, y podía jugar en el lateral izquierdo y en pivote. Creo que ahora está asentada en el pivote con un buen rendimiento, con la experiencia irá a más y al haber compaginado las dos facetas tiene un margen de desarrollo importante’’.
Solo un mes después de la finalización del Campeonato de Europa, el Área Técnica de la Real Federación Española de Balonmano designaba a Imanol Álvarez como seleccionador nacional de las Guerreras Junior. El primer objetivo del técnico al frente del combinado nacional fue clasificarle para el Campeonato del Mundo de Hungría 2018. Y no fue fácil después de la derrota inicial ante Portugal 28:25 que obligaba a ganar los dos compromisos restantes ante Bulgaria y Austria. Sin embargo, España no encontró oposición en las búlgaras (34:13), pero para quedar primeras de grupo era necesario ganar por cuatro a Austria en el último duelo. Sin duda alguna el mejor partido de las nuestras. Con Sayna Mbengue exhibiendo su poderoso lanzamiento exterior, con Rocío Rojas brillante desde los 7 metros y con Eli Cesáreo perforando la meta desde la línea de 6, las de Imanol Álvarez dominaron el electrónico desde el inicio del choque. A ellas se sumarían en una segunda parte exquisita las paradas de Paula Alonso y los goles desde el exterior de Ona Vegué para cerrar el encuentro con un contundente 37:26.
Pero el sorteo para la fase de grupos no deparó gran suerte al combinado nacional que, a las primeras de cambio, se iba a ver las caras con el campeón de Europa, Francia, y con la cuarta clasificada en dicha cita continental, Alemania. El equipo de Imanol Álvarez exhibió firmeza en su debut ante Egipto, ganó a Croacia, pero cayó derrotado ante Alemania, Francia y Suecia. Ya en la President’s Cup, España solventó con victoria los choques ante Angola y Portugal, cerrando su participación en la cita mundialista en la decimoséptima posición, algo que, en palabras del seleccionador nacional, Imanol Álvarez, “no era el resultado que esperábamos, pero nos despedimos de Hungría con buenas sensaciones”.
De esta manera, la generación 98/99 cerraba su etapa formativa en las categorías bases de la selección española, al mismo tiempo que empezaba a cobrar un importante peso en la máxima categoría del balonmano español, siendo cada una de las jugadoras pilares fundamentales en sus respectivos equipos.