España sufre para llegar a su sexta semifinal seguida

España sufrió para derrotar a una correosa Polonia (27:28, 13:14 en el descanso) en el último partido de la Main Round del Campeonato de Europa de Eslovaquia y Hungría 2022. La decisiva doble parada de Rodrigo Corrales en respuesta a un contraataque polaco evitó el empate en el último minuto de juego. Los Hispanos logran así su clasificación para la sexta semifinal consecutiva en el torneo continental. Tras un gran desgaste físico y después sobreponerse a dos casos de COVID-19, la selección española se asegura poder disputar las medallas y se sitúa a un partido de la gran final.

Podría decirse que la victoria comenzó a fraguarse desde por la mañana, con la gran noticia del regreso de Joan Cañellas en la convocatoria tras superar la COVID-19. España se presentó en su último choque en el Ondrej Nepela de Bratislava con la tensión y la pausa propias de la magnitud del choque, con aires de cuartos de final. Meciendo el juego en el ataque estático y sin perdonar los robos con latigazos al contraataque, los Hispanos pronto tomaron la iniciativa en el marcador de la mano de un activo Ferrán Solé. Antes de los primeros 10 minutos de juego, Patryk Rombel llamaba a capítulo a los suyos ante el panorama que dibujaba el electrónico (2:6).

La actitud defensiva española mermó la ofensiva polaca, que también frustró en los primeros minutos Rodrigo Corrales con sus intervenciones bajo palos.  Sin embargo, las imprecisiones en el lanzamiento lastraron a los de Jordi Ribera, que no lograban ensanchar la distancia en el marcador. Zarpazo a zarpazo, Polonia se fue acercando y Damian Przytula logró poner el empate pasado el ecuador del primer tiempo (8:8). Aprovechó el técnico español ese impasse para animar a los suyos e introducir a Joan Cañellas en el 40 por 20.

Cuando los polacos vislumbraban la remontada, Aleix Gómez y Agustín Casado sacudieron a España de dudas con dos contras magistralmente ejecutadas para volver a poner tierra de por medio en el marcador. No obstante, el buen hacer de Mateusz Zembrzycki (33% de efectividad) logró frenar el ímpetu hispano. Y Polonia respondió para volver a poner las tablas. El tira y afloja, en el que los Hispanos no lograban imponerse, duró hasta el descanso, al que España llegó con una mínima ventaja (13:14).

Creció Polonia tras la reanudación, dispuesta a despedirse del Campeonato de Europa con la mejor imagen posible. España sufría para encontrar a su pivote, acosado Adriá Figueras por los zagueros rivales. El balance defensivo español evitaba sustos innecesarios y mantenía esa renta de apenas un tanto. Con el paso de los minutos, comenzaban a aparecer tímidamente los extremos, Aleix Gómez y Ángel Fernández empezaban a ver puerta. España sufría para despegarse en el marcador ante una Polonia que no cesaba de percutir por medio de un incisivo Michal Daszek.

Así las cosas, los Hispanos encaraban el último cuarto de partido con el marcador a su favor (21:23). Con poca claridad, pero mucho oficio, España sacaba adelante el partido ante una Polonia incombustible, que no bajaba los brazos pese a no jugarse nada en el encuentro. Vendió cara su piel el equipo polaco, que obligó a los de Jordi Ribera esforzarse y contemporizar el juego hasta los minutos finales. España acariciaba con los dedos el billete a semifinales, pero Polonia no le dejaba cerrar la mano.

Un gol de Ángel Fernández a menos de cinco minutos de final parecía sentenciar el choque (25:28), pero un error de lanzamiento ponía en apuros a los Hispanos. Arkadiusz Moryto ponía los suyos a un tanto de distancia y Ribera citaba a sus hombres en la línea de banquillos por última vez en el encuentro. España no quería especular, pero jugó con fuego y con la salud cardiovascular de los aficionados. En un minuto final de infarto, Rodrigo Corrales emergió como salvador de la tarde con dos paradas seguidas que evitaron el empate y certificaron la sexta semifinal seguida para España en el Campeonato de Europa (27:28).

Fotografía: Nebojsa Tejic / kolektiff images