España se proclama rey de Europa en categoría Junior por tercera vez en la historia, y lo hizo al derrotar a Portugal (35:37, 16:15 en el descanso) en su propio terreno en la final del Campeonato de Europa de Portugal 2022.
Alentado por su público, Portugal obtenía las primeras rentas (2:0) ante un combinado español que tenía problemas para ver portería. Arnau Fernández hacía el primer tanto de los Hispanos Junior que, a partir de ahí, encadenaron tres tantos consecutivos (2:4) para controlar el marcador.
Francisco Mota da Costa asumía el liderazgo en el ataque luso, y solamente el gran hacer de Roberto Domenech en el marco español conseguía frenar al pequeño de los hermanos Mota da Costa. El intercambio de golpes mantenía el choque equilibrado, a pesar de las alternativas tácticas de Rodrigo Reñones, que buscaría detener el avance de la primera línea lusa con Martí Soler en el avanzado.
La falta de eficacia de los españoles en los metros finales, debido en parte a los altos porcentajes de la portería portuguesa, permitía al equipo luso alcanzar el descanso con ventaja mínima en el marcador.
El apoyo del público ofrecía a Portugal el impulso necesario para regresar a pista en el segundo acto con talante dominante. Francisco Mota da Costa volvía a aparecer, otorgando a los suyos un cómodo colchón de 3 y 4 tantos que el conjunto luso conseguía mantener hasta ya avanzada la segunda mitad.
Parecía, de hecho, que Portugal tenía el partido bajo control, pero frente a los Hispanos Junior es mejor no relajarse. Así, dos pérdidas de balón locales y dos rápidos contragolpes culminados por el combinado español dibujaron un escenario totalmente diferente.
El balón parecía arder en las manos de los portugueses, totalmente superados por la atmósfera y el momento del partido. España, por su parte, está acostumbrada a estos momentos tan decisivos, y en ellos sus jugadores se crecen. Roberto Domenech, por ejemplo, se hacía grande en el marco, pero el que se encargaría de asumir el peso y la responsabilidad en ataque era Bruno Reguart, formidable a la hora de dirigir a los suyos, contemporizando para no dar alternativas a Portugal que, a la postre, cedía para disgusto del público congregado en Matosinhos.
España, por tanto, se proclama por tercera vez en la historia rey de Europa en la categoría. Además, estos tres títulos se han logrado en el margen de los últimos 10 años, lo que confirma la supremacía del balonmano base español en el escenario continental.