La literatura, como el balonmano, da lugar a diferentes estilos y géneros. Dinamarca, durante su historia, ha nutrido el imaginario de niños y no tan niños con literatura de corte fantástica. En España, por su parte, la novela realista tuvo un gran calado en la sociedad de la mano de célebres escritores como Benito Pérez Galdós. Por establecer un paralelismo en términos balonmanísticos, la efectividad española se contrapone al efectismo danés mañana, a partir de las 20:30 h. y en directo por Teledeporte, en las semifinales del Campeonato del Mundo de Egipto 2021.
Previa de carácter literario porque el balonmano que practica Dinamarca –como el género que representan las obras del escritor danés Hans Christian Andersen– está repleto de fantasía, liderado por el que es, seguramente, el gran virtuoso de este deporte en la última década, Mikkel Hansen. Hansen hipnotiza con su batuta, centra todas las miradas, pero a su alrededor habitan diferentes actores que interpretan su partitura sin mácula: Mathias Gidsel, su máximo artillero con 34 tantos; Mads Mensah Larsen, todo explosividad; o Lasse Svan Hansen, el veterano y prolífico extremo derecho, entre otros.
Y claro, su portería... porque si nosotros nos enorgullecemos de tener a la mejor pareja de porteros del torneo con datos en la mano –37% de efectividad entre Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales–, el conjunto escandinavo no se queda atrás. Niklas Landin es el nombre propio, sin lugar a dudas, pero Nicolaj Jacobsen dispone de dos alternativas de primera categoría: Kevin Møller del Barça, y Emil Nielsen del HBC Nantes.
España lo fía todo al equipo, al bloque, a la unidad, a unos valores únicos que han hecho de estos jugadores un conjunto efectivo, acostumbrado a batirse en grandes plazas y salir de ellas con la corona en la mano. Porque los Hispanos no depositan su fe en el efectismo.
Ángel Fernández (31) y Ferrán Solé (30) ejecutan desde los extremos, algo que no sería posible si antes no asistimos a una danza con el balón que diseña Jordi Ribera, y que la primera línea española desarrolla bajo la guía del capitán, Raúl Entrerríos. España circula el balón, amaga, esconde el esférico, busca al pivote y acaba encontrando el espacio necesario para encontrar el camino de la portería rival. Algo tan sencillo... y tan difícil a la par.
El equipo español se ejercita esta tarde por primera vez en el escenario del choque, el Cairo Stadium Hall, con todos los hombres disponibles a las órdenes de Jordi Ribera, que mañana debe decidir a primera hora de la mañana los nombres de los 16 elegidos para la batalla de mañana.
JOAN CAÑELLAS, EL ÚLTIMO VERDUGO
La historia señala que un choque entre España y Dinamarca es sinónimo de equilibrio: 21 partidos ganados por el combinado español, por 19 derrotas y 3 empates. Tenemos que retroceder hasta el Campeonato de Europa de Croacia 2018 para encontrar el último precedente, en la Preliminary Round, con derrota (22:25) del combinado español.
El balonmano español, sin embargo, no olvida las últimas dos veces que España se impuso a Dinamarca: en 2015 (24:25), en Catar, con un tanto sobre la bocina de Joan Cañellas; y en 2013, en Barcelona, en una histórica final (35:19) de Campeonato del Mundo con magisterio de los hombres dirigidos por aquel entonces por Valero Rivera.
Joan Cañellas, protagonista en la última victoria de los Hispanos sobre Dinamarca, nos habla del conjunto escandinavo: "un equipo conocido por todos, con grandes jugadores, pero no sería justo destacar a uno o dos, porque son mucho más que Hansen o Landin; vamos a tener que hacer las cosas muy bien, estando agresivos en defensa y evitando las pérdidas de balón para que ellos no salgan a la contra".
Viran Morros, presente en la final del Campeonato del Mundo de España 2013 en Barcelona, alaba al rival de mañana: "son los vigentes campeones del mundo, con individualidades extraordinarias, pero que colectivamente juegan muy bien, muy rápido y con un contragolpe letal".
Fotografía: Egypt 2021