La edad es solo un número. Y la veteranía y experiencia son un valor añadido para una jugadora que, con más de 40 internacionalidades a la espalda, ha vuelto a recibir la llamada de la selección española cinco años después de la última vez. Es el caso de Amaia González de Garibay, jugadora del Caja Rural Aula Valladolid, quien vuelve a formar parte de las Guerreras en un momento clave de la temporada: con la clasificación para el Campeonato del Mundo 2023 en juego.
La extremo vallisoletana expresa así cómo recibió esta nueva llamada con el Equipo Nacional: “Ha sido algo muy inesperado para mí, la verdad, una sorpresa muy ilusionante. En mi caso ya me había hecho a la idea de que la selección era una etapa que había pasado para mí. Me lo he tomado como un regalo que quiero disfrutar todo lo que pueda y aportar lo máximo posible al grupo”.
Los Juegos Mediterráneos de 2018 fueron la última cita de Amaia González de Garibay con la elástica de las Guerreras. Cuatro meses después, en octubre, la jugadora sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla que le retiró de la competición durante los próximos siete meses y le alejó de la órbita de la selección. “Después de la dura lesión, esta nueva llamada me hace ver que he vuelto donde estaba, que he recuperado mi mejor nivel. Yo ya llevaba tiempo sintiéndome muy bien y es un reconocimiento al trabajo de mucho tiempo, sobre todo a nivel psicológico”, explica la protagonista.
Son 29 años y 43 internacionalidades los que atesoran a la extremo de la Liga Guerreras Iberdrola, quien reconoce que “actualmente es una jugadora totalmente diferente a la que era en 2018”. “La madurez y la experiencia me dan la seguridad de saber qué es lo que puedo aportar al grupo, qué puedo hacer y qué no. Soy mucho más consciente de mis facultades y del rol que puedo tener, y afrontar partidos como estos con mayor seguridad y menos nervios. La experiencia te permite mantener la tranquilidad y la cabeza fría en los momentos más complicados que pueda haber”, apunta convencida.
Consciente de la importancia del doble enfrentamiento ante Austria, Amaia González de Garibay destaca su total confianza en el equipo y asegura que “pese a que el equipo ha cambiado mucho en los últimos años, la esencia de lucha y garra se han mantenido; el grupo se ha rejuvenecido, pero el gen español sigue intacto y eso es un orgullo”. La jugadora se muestra “optimista” de cara a la eliminatoria y tiene fe ciega en que “si todas las jugadoras damos lo mejor de nosotras, vamos a conseguir el objetivo”.
Jugar en casa el partido de vuelta es, sin duda, un aliciente para el equipo. Suceda lo que suceda en la ida, será el Polideportivo Fernando Argüelles de Antequera el que dicte sentencia, un lugar que la propia Amaia recuerda con especial cariño: “Allí ganamos un Campeonato Universitario hace muchos años y es un gusto volver. Siempre es una gozada el cariño y la acogida que el público nos brinda en Antequera”, concluye la protagonista.
Fotografías: RFEBM y Caja Rural Aula Valladolid
