El presidente de la R.F.E.BM., Juan de Dios Román Seco, calificó de “decepcionante” el XXXII Congreso Internacional de la IHF celebrado este pasado fin de semana en El Cairo, Egipto, en el que Hassan Moustafa salió reelegido nuevamente presidente del máximo organismo internacional.
¿Cuáles han sido las impresiones que ha sacado de este congreso?
“En primer lugar decir que el Congreso era básicamente de tipo electoral, y en consecuencia, tenía los ingredientes propios de que todo proceso electoral conlleva. Esto es lo que justifica fundamentalmente el hecho de una participación excepcional de todos los países miembros, entre los cuales sólo se produjo una ausencia (asistieron los 139 países integrantes, más los países que se incorporaban a la IHF en el Congreso, Bolivia, Indonesia, Malawi, Perú, Singapur, Tadjikistan y Saint-Kitts-et-Nevis). Ha sido más una movilización absoluta que hay que situarla en la finalidad electoral que antes comentábamos”.
¿Por qué califica de decepcionante el Congreso?
“El primer motivo de decepción fue que en la propia propuesta del Congreso aparecía una alternativa inicial de cambios de estatutos que preveía una nueva estructura y en consecuencia elecciones igualmente diferenciadas. Dicha propuesta se anuló en reuniones previas y con pactos internos a la espera de un nuevo congreso extraordinario. Es evidente que la estrategia política funcionó para evitar molestias y discusiones profundas. En principio, existe el compromiso por parte de la IHF de convocar ese congreso extraordinario antes de un año”.
¿Hacía dónde iban dirigidos esos cambios inicialmente propuestos?
“A dar un giro estructural a la IHF, buscando a un funcionamiento más moderno, superando determinadas ambigüedades en aras a una mayor funcionalidad. De momento, todo ha quedado igual, ya que la estructura no se modifica y continúa la misma dirección”.
En la actualidad, ¿cuál cree que es la realidad de la IHF?
“El problema evidente en la IHF es la desigualdad entre el continente europeo y el resto de continentes. En Europa, independientemente de controversias internas, es el continente que marca las pautas, el crecimiento, el desarrollo, la promoción, el nivel técnico, etc., mientras el resto, absolutamente mayoritario en votos, se encuentra en una situación, en el mejor de los casos, de iniciar el crecimiento. Todo ello supone un desequilibrio que incide en el mayor problema que nos afecta, y que no es otro que los calendarios. Así las cosas, cualquier tipo de acuerdo que se plantee siempre es resuelto por la mayoría de los países en vía de desarrollo, lo cual supone un freno a las posibles iniciativas del balonmano europeo, convencido por otra parte de la inutilidad de sus propuestas”.
¿Pero lo que parece obvio es que el salto cualitativo de este deporte se dará cuando tenga una implantación mundial?
“Obviamente todos estamos interesados el promover el balonmano en todo el mundo, y que haya balonmano de calidad, pero no a costa de permanentes frenos. Por citar un ejemplo, la propuesta de reducir paulatinamente el ritmo de los campeonatos del mundo y los campeonatos continentales fue trasladada al grupo de trabajo y comisión de competiciones de la IHF, para elaborar un estudio previo a cualquier modificación, con lo que el retraso, una vez más, se percibe para decisiones que faciliten la construcción de mejores calendarios deportivos”.
El hecho de que haya una mayor presencia de europeos en las comisiones, ¿puede significar el punto de arranque para dar un giro a situaciones enquistadas con el paso del tiempo?
“Seguro que no, porque la dimensión de las comisiones queda reducida por el Consejo, muy paritario, y por parte del propio Hassan Moustafa, defensor de las mayoría de los países en desarrollo. Ante este planteamiento, yo he echado en falta posiciones consistentes de la Federación Europea, repito, muy concienciada de su posición minoritaria, y convencida de la inutilidad de confrontación, de ahí que el Congreso haya sido decepcionante”.
¿Y la realidad del balonmano español tras el Congreso?
“Satisfactoria desde el momento en que un español, Miguel Roca Más, ha sido elegido como vicepresidente. Ahora se abrirá la lucha por introducir otras personas como miembros de las distintas comisiones, a propuestas de los propios presidentes elegidos y su posterior aprobación por el Consejo”.
La planificación de competiciones está cerrada hasta el final del ciclo olímpico.
“Se puede confirmar que el ritmo de las competiciones, al menos hasta 2012 está completamente cerrada, y únicamente se está a la espera de acuerdo definitivo para suprimir los preolímpicos de 2012, y que por otra parte la Federación Europea reduzca también el sistema de clasificación para los campeonatos continentales. Actualmente es la única vía para reducir el exagerado calendario de las naciones más desarrolladas”.
¿Qué sensaciones tiene de cara al futuro?
“Imprescindiblemente que la Federación Europea sea conscientes de encontrar un pacto y acuerdo mayoritario dentro de Europa para solucionar sus problemas respecto a intereses y situaciones de otros continentes, ya que de no se así, se cae en el riesgo de caminar con mayor lentitud en el continente de más alto nivel de balonmano del mundo. En este sentido no hay otro camino que sacrificar para el ciclo 2012-2016 un campeonato del mundo y un campeonato de Europa, cuyo ritmo final fuera un Mundial cada cuatro años”.