Esta frase ha sido la conclusión de la charla que el seleccionador nacional, Valero Rivera, ha mantenido los jugadores del equipo nacional al finalizar el entrenamiento vespertino en el Spaladium Arena de Split, de infausto recuerdo para la selección española durante el Campeonato del Mundo 2009 que se disputó en Croacia.
Los internacionales ha tenido poco tiempo para descansar, ya que a las 4:00 h. se levantaban para trasladarse al aeropuerto madrileño de Barajas, desde donde a las 6:15 partían a Split vía Frankfurt.
La delegación aterrizó en tierras croatas con 45 minutos de retraso. Nada más llegar al hotel Atrium, José Javier Hombrados y Arpad Sterbik comparecieron en rueda de prensa ante los periodistas croatas, analizando el partido del pasado jueves y, sobre todo, ofreciendo sus sensación para el choque de mañana (17:45 h. en directo por Teledeporte).
El equipo entraba en el comedor a las 15:15 h., y tras un breve descanso, tuvieron una sesión de vídeo, previa al entrenamiento, en el que se estudiaron con detalle los errores cometidos en el partido del Quijote Arena.
Posteriormente el equipo se trasladó al Spaladium Arena donde se ejercitaron por espacio de 80 minutos, trabajando diversas situaciones ofensivas y defensivas expuestas en la sesión audiovisual. Tras una serie de contraataques y las típicas tandas de penaltis, Valero se dirigió a sus hombres agradeciéndole las intensidad y entrega en el entrenamiento, especialmente si se tiene en cuenta la maratoniana jornada del día, alentándoles ante un partido que, aunque a priori parece tener como claro favorito al combinado croata, que estará apoyado desde la grada con más de 14.000 espectadores, tiene 60 minutos que jugar y España ha dado muestras evidentes durante el pasado Mundial de ser capaz de sobreponerse ante este tipo de situaciones.
La cita mañana 17:45 h. con las cámaras de Teledeporte en directo desde el Spaladium Arena de Split, encuentro correspondiente a la 4ª jornada de clasificación del Campeonato de Europa 2012 de Serbia, y que será dirigido por la pareja checa Vaclav Horacek y Jiri Novotny, colegiados que ya dirigieron al equipo nacional en el pasado Mundial de Suecia, concretamente en la semifinal frente a Dinamarca.