La Real Federación Española de Balonmano condena enérgicamente los lamentables actos de violencia acontecidos el pasado domingo en el partido de categoría Cadete Femenina entre el Balonmano Sanxenxo y el Balonmano Rasoeiro.
Allí, el árbitro del choque era increpado desde la grada por un espectador, acto que sería reprobado por el abuelo del colegiado, de 68 años de edad, que asistía al partido. El intercambio de pareceres entre uno y otro terminaría con el familiar del árbitro impactando contra una parte de la grada, lo que le provocaría la pérdida del conocimiento.
Detenido el choque, la Guardia Civil se personaba en la instalación para tomar declaración al presunto agresor, mientras que el 061 procedía a trasladar al hospital al herido, que permanece en estado grave y tendrá que pasar por el quirófano.
Los hechos descritos no forman parte de los valores que promulga el balonmano, por lo que deben ser condenados por todos y cada uno de los actores que conforman este deporte, que lleva por bandera el respeto y la deportividad por encima del resto de intereses. La Real Federación Española de Balonmano desea una pronta recuperación de la persona agredida y que este tipo de actitudes no se repita nunca más.