Una garra en su brazo ya lo advierte. Leona. No quiere disimularlo. Y aunque quisiera, le costaría.
Se ha criado a los pies de una de las catedrales góticas más imponentes que existen en el mundo, la de León, y después de eso, poco le impresiona. No le tembló el pulso cuando con 30 años, le ofrecen cambiar de disciplina. Decide desabrocharse las zapatillas, buscar arena y comenzar de cero. No le tembló el pulso ante un reto de tal calibre.
“Era 2014, y la verdad que no estaba dentro de mis planes. Llegó a mi vida por sorpresa”, así comienza a explicar Raquel cómo empezó en esto del balonmano playa. “Recibí una llamada de Dani Lara que me proponía que probase con algún equipo y viera cómo podía desenvolverme en esa disciplina, porque me habían visto jugar en pista y entendían que contaba con unas condiciones que podía desenvolverme en ese medio”.
Raquel Caño: “En mi primera toma de contacto me sentí muy torpe pero ví que podía mejorar muchísimo y eso fue lo que más me gustó”.
Y tanto que si le gustó. Meses más tarde, Raquel ya formaba parte del Club Balonmano Playa Ciudad de Málaga, uno de los clubes con más tradición de nuestro país.
DE LA PISTA A LA PLAYA
“La primera vez que me llamaron me emocionó porque es una concentración para una selección española, para representar a tu país, que siempre es una responsabilidad. Me creé un poco de angustia porque hay chicas muy preparadas y con mucha playa encima”. Lejos de venirse abajo, descubrió cuál era el secreto: “Entendí que tenía que trabajar mucho para ir y demostrar en la concentración que no solo voy como jugadora de pista sino que podría llegar a ser jugadora de playa”.
LA PRIMERA VEZ
La leonesa recuerda con mucho cariño su primera preparación, porque “parecía una loca que intentaba girar y saltar porque en León esta disciplina no está muy vista y donde yo entrenaba, en INEF, cuando los estudiantes salían y veían a una persona sola con una o dos personas ayudándola, intentando hacer giros y blocajes al aire”.
Raquel Caño: “Incluso me hice mi propio campo de balonmano playa casero con lana”
Y DE REPENTE, GUERRERA
Después de 20 años de dominio total en el 40x20, Raquel se sumó a esta nueva aventura. Desde cero, sin la experiencia, ese seguro de vida al que ella está acostumbrada. A sabiendas de que podía ser juzgada por aquellos que no conocían su trayectoria, que no sabían cuánto balonmano le corre por las venas.
Los combinados nacionales de balonmano playa no tienen a su disposición muchas armas, por lo que Caño asegura que lo que le impresionó es “el trabajo y el sacrificio de todo el colectivo del balonmano playa para que se profesionalice. Parece que al principio todos teníamos una idea de que el balonmano playa que era más ligado a la diversión, y luego la realidad es otra”.
Con las Guerreras de la Arena, lo tiene claro: “Me quedo con el trato, con el compañerismo que se vive. Esas horas y horas de entrenamiento bajo el sol, donde siempre hay risas, siempre hay buenas caras e implicación, a pesar del cansancio y del calor. Además de lo mucho que podía aprender de ese grupo humano tan preparado”.
HISTORIA DORADA
Las Guerreras de la Arena no se han bajado del pódium desde que el 2016 se alzaran con el cetro mundial en Budapest. Tres citas, tres medallas. Ese es el resumen de estos últimos dos años de la selección femenina. Parecía impensable hace unos años, cuando la última medalla (y única) obtenida en un Campeonato del Mundo data de 2008, pero Raquel asegura que “no es tan impensable si sigues la trayectoria que lleva este grupo desde el principio”.
Raquel Caño: "No es casualidad que no nos hayamos bajado del pódium"
“No es casualidad que no nos hayamos bajado del pódium desde que nos subimos en el Mundial 2016. Hay que tener mucho respeto a esta generación de jugadoras que ha hecho mucho por relanzar el balonmano playa, que está consiguiendo éxitos y está sentando unas bases donde la gente que viene joven, que son el futuro, sean las que cogen nuestra cosecha. Este grupo se ha ganado que se le recuerde porque no es suerte, es trabajo, trabajo y más trabajo”.
DE LEÓN, A GIJÓN
Veinte años militando bajo el mismo nombre, la camiseta que la ha visto crecer y crear, siempre admirada por una afición sabedora de su compromiso y fidelidad al club, el Cleba León. Según nos cuenta ella misma, el año pasado, cuando el equipo descendió a División de Honor Plata, su primer pensamiento fue colgar las zapatillas. Podía creer que era su hora. Toda la vida dedicada a los mismos colores, luchando cada temporada por no caer en el descenso, pero “llegó Mavi, que me hizo una oferta atractiva deportivamente y laboralmente. Y de la noche a la mañana, algo que nunca pensé que pasaría como abandonar León, sucedió y no me arrepiento nada”.
Respecto a la adaptación, ha explicado que le “costó bastante menos de lo que imaginaba”. Sobre sus compañeras asegura que “la acogida de las chicas fue muy buena, había mucha gente nueva y eso ayudó. Cuajamos bastante bien a nivel deportivo y eso ayuda a nivel personal”.
El Mavi Nuevas Tecnologías está siendo el equipo revelación en la Liga Guerreras Iberdrola. Instalado en quinta posición, siguen en “su objetivo de intentar clasificarnos para Europa” cuando ya han sellado su pase a la fase final a la Copa de S.M la Reina que se celebrará en Málaga durante el mes de abril.