El objetivo primordial es garantizar la seguridad jurídica de los clubes y para ello se establecen una serie de compromisos, entre los cuales está el encargo por parte del CSD, con carácter inmediato, de una auditoría a los clubes con derecho deportivo en el campeonato estatal de División de Honor Masculina; además, al igual que ya hace la RFEBM, la ASOBAL se someterá a una auditoría de sus cuentas anuales cada temporada, comprometiéndose a auditar como primer ejercicio el cierre de la temporada 1012/2013.

Se establece la creación de una comisión paritaria que, tras el análisis de los resultados de las auditorias, ejercerá las labores de seguimiento y de control. De esta forma, a partir de la temporada que viene, los clubes estarán sometidos a un sistema de control económico y habrán de remitir a dicha comisión paritaria, con periodicidad trimestral, la información que permita la valoración de la adecuada ejecución presupuestaria.

Los firmantes adquieren el compromiso de incorporar los principios de austeridad y equilibrio presupuestario en los clubes con el fin de evitar el crecimiento del déficit y la deuda. Este acuerdo establece como objetivo prioritario el pago de la deuda y, en este sentido, todos los ingresos adicionales a los presupuestados quedan comprometidos prioritariamente a la reducción del endeudamiento.

El presidente de la R.F.E.BM., Francisco V. Blázquez, reconocía al acabar el protocolo de la firma, que se trata de “un día histórico para el balonmano español. La voluntad por fiscalizar la realidad de nuestro deporte abrirá una mejora en las perspectivas para el futuro del balonmano, por lo que quiero agradecer el interés e implicación en todo momento del Consejo Superior de Deporte y de su presidente, Miguel Cardenal”. Además, el presidente aseguraba que “con este convenio se dará más garantías a los jugadores, que en ocasiones se van de nuestro país por la inseguridad en los cobros. A su vez obligará a que los clubes trabajen sobre realidades”.

Por su parte, Iñaki Malumbres, no ocultaba la satisfacción de “ver la luz tras muchos años de reivindicaciones este día debe ser el punto de arranque para el futuro, por lo que este convenio se ve desde la ilusión”.

Miguel Cardenal se mostró firme en el convencimiento de “luchar por conseguir unas estructuras más fuertes por el bien del balonmano, un deporte que siempre ofrece garantías de éxito desde el plano deportivo. Entre todos debemos proporcionar herramientas para que los clubes tengan la viabilidad que les permita seguir trabajando con todo el talento existente, canalizarlo y continuar la exitosa línea trazada hasta ahora”.