En el primer tiempo, y a pesar de iniciar el partido con ventaja en el marcador (5:2), gracias al acierto de Cañellas, Hungría fue el gran dominador, con una defensa muy cerrada y rocosa, un verdadero problema para la selección nacional, incapaz de conectar con Aguinagalde en el pivote.
Y mientras, Csaszar fue el verdugo del combinado español, con acciones individuales muy difíciles de parar. Eso sí, la efectividad de José Manuel Sierra fue clave para alcanzar el intermedio con un gol de desventaja (11:12).
En el segundo tiempo, la intensidad defensiva del combinado español aumentó y, por tanto, la igualdad en el marcador fue constante. Eso sí, la selección magiar incrementó la intensidad en defensa, provocando la descalificación de Laluska, después de sufrir un total de tres exclusiones.
Así, la selección nacional fue capaz de obtener una pequeña renta en el marcador (19:17), ventaja que los jugadores húngaros no parecían poder remontar. Sin embargo, la recta final del partido fue cruel con el combinado español, que fue empatado en el último instante, en una acción muy protestada por el banquilló nacional, liderado por Valero Rivera.
España: José J. Hombrados y José M. Sierra; Daniel Sarmiento (1), Joan Cañellas (6), Raúl Entrerríos (2), Eduardo Gurbindo, Jorge Maqueda (1), Alberto Entrerríos (2), Iker Romero (2), Viran Morros, Roberto G. Parrondo (1), Víctor Tomás (1), Cristian Ugalde (4), Juan Antonio García Lorenzana (1), Gedeón Guardiola (2) y Julen Aguinagalde (1).
Hungría: Fazekas y Mikler; Ancsin, Csaszar (7), Harsanyi (1), Ilyés (2), G. Ivancsik (2), T. Ivancsik, Krivokapic, Laluska, Mocsai (7), K. Nagy, Putics, Schuch (1), Szöllösi (1) y Zubai (3).
Parciales: 2:0, 5:2, 6:6, 9:9, 10:10 y 11:12; 13:13, 14:15, 16:16, 19:19, 23:21 y .
Árbitros: L. Geipel y M. Helbig, de Alemania. Excluyeron a Szöllösi y Schuch, y descalificaron a Laluska, por parte de Hungría.
