Pese a que no hubiese nada en juego, el Barça sacó a relucir su carácter de campeón en el Pick Arena de la ciudad húngara de Szeged. En un partido en el que tuvieron que ir a remolque desde el inicio, y en el que no tocaron la ventaja en el marcador hasta el minuto 41, dos goles en el último minuto de Manuel Ortega y Thiagus Petrus dieron ese punto con el 29:29 definitivo.
Con todo lo que se jugaba OTP Bank – PICK Szeged, no sorprendió a nadie el inicio del partido local, con la intensidad habitual que caracteriza al equipo de Michael Apelgren. Eso propició un primer parcial de 5:2, dejando en fuera de juego al Barça, y que se estiró hasta el 13:8 gracias al acierto de Bence Bánhidi y de Mario Sostaric, el que es el máximo artillero de la Machineseeker EHF Champions League. Un último arreón blaugrana llevaba el partido al 17:14 al descanso.
En la reanudación de la segunda mitad pudo cambiar el devenir del encuentro. Desde un gran Emil Nielsen bajo palos, firmando la que quizás sea la mejor parada de la temporada con una doble intervención en los siete metros, el Barça obtuvo la primera ventaja del encuentro a su favor con el 20:21 con dos goles de Luis Frade aprovechando la tarjeta roja sobre Bánhidi, eliminado por un golpe en la cara de Blaz Janc.
Desde este minuto 41 y hasta el final, el partido parecía encaminado a un intercambio de goles en el que ambos equipos se daban golpes unos a otros. Asumió el liderazgo del Barça Jonathan Carlsbogard (cinco goles), pero entre Sostaric, Janus Dadi Smarason y Magnus Abelvik Rød dejaban el partido visto para sentencia, sobre el papel, con el 29:27 a falta de minuto y medio. Pero, cuando parecía imposible, la capacidad de resiliencia blaugrana les llevó a una épica remontada con goles de Ortega y Petrus para el definitivo 29:29. Gran gesta culé que sabe a una victoria en el contexto del partido, donde los húngaros se lo jugaban todo y el equipo de Carlos Ortega llegaba ya clasificado y con una plaga de lesiones importante.
Fotografía: Barça
