Dos partidos, no le queda más a este Campeonato del Mundo 2025, siendo uno de ellos el más importante, el que decide quién puede arrancar este febrero diciendo que es el mejor combinado nacional del planeta. Y allí se medirán Croacia y Dinamarca, que se deshicieron de Francia y Portugal respectivamente en unas semifinales que fueron cara y cruz.
CROACIA ALARGA EL MILAGRO
Todos esperaban ya una final entre Francia y Dinamarca, dadas las plantillas y el bagaje en los últimos años de ambos conjuntos, pero Croacia se reservaba el derecho a la pataleta para cambiar el rumbo y firmar un sino diferente. La primera parte fue el ejemplo claro de que, pese a que Luka Cindric no estaba y Domagoj Duvnjak está dando sus últimos esfuerzos, la Selección croata siempre es competitiva y no te permite relajación, como demostraba el 11:18 al descanso.
En esos primeros 30 minutos se vio a una Selección francesa errática que sucumbía con el paso de los minutos ante el arrojo de los croatas. Marin Jelinic, que firmó cinco de las siete dianas en la primera mitad, fue el brazo ejecutor con la que se explica el buen hacer del equipo dirigido por Dagur Sigurdsson. Poco podía hacer Benoit Kounkoud para aguantar los empujes locales.
En la segunda mitad mejoró y creció Francia, pero siete goles eran una renta demasiado grande como para abordarla ante un Arena Zagreb que firmó una asistencia de 15.600 personas jaleando a Croacia. Dika Mem y Ludovic Fabregas intentaban certificar la remontada y, aunque consiguieron acercarse hasta la diferencia de tres goles (24:27) a falta de ocho minutos, la Selección croata supo tirar de oficio para certificar su pase a la final con el 28:31 y soñar así con el metal que más brilla colgado de su cuello.
DINAMARCA ROMPIÓ EL CUENTO DE HADAS LUSO
Tras firmar unas sensacionales Preliminary Round y Main Round, y eliminar a toda una Alemania en los cuartos de final, Portugal tenía la más difícil todavía en semifinales para seguir alargando su cuento de hadas en búsqueda de un final feliz. Pero en todos los cuentos hay monstruos, y Dinamarca es el más feroz de todos. Con una segunda parte en la que fueron un auténtico huracán vuelven a colarse en una final en la que son, como siempre, los favoritos.
La Selección portuguesa supo aguantar en los primeros 30 minutos. Pese a que Magnus Landin Jacobsen y Rasmus Lauge Schmidt fueron una pesadilla para Diogo Marques y Gustavo Capdeville (quienes no fueron tan determinantes como a lo largo del torneo), se agarraban a sus opciones en el partido, encabezados por Luis Frade, para seguir con vida al final de la primera parte con el 20:16 brillando en el marcador.
El plan de partido de Paulo Pereira iba funcionando sabiendo que tenía a los suyos vivos… Hasta que apareció Mathias Gidsel. El líder de la Selección danesa firmó una segunda parte brutal anotando seis de los nueve goles con los que acabaría el partido, dando una auténtica clase de dirección de juego y de definición, y poniéndole el broche al cuento de hadas luso. En apenas 13 minutos se pasó de ese 20:6 a un 30:20 que ya sentenciaba prácticamente un partido que dejaría brillando en el electrónico del Unity Arena un 40:27 final.
HORARIOS FINAL WEEKEND
- Domingo, 2 de febrero – Partido por el bronce – 15:00h. | Francia : Portugal
- Domingo, 2 de febrero – Final – 18:00h. | Croacia : Dinamarca
Fotografía: International Handball Federation