El seleccionador nacional Isidoro Martínez se mostró muy satisfecho del trabajo del equipo a la conclusión del choque de octavos de final del Campeonato del Mundo Júnior Masculino que se está disputando en Grecia, tras la victoria frente a Brasil por 39:24 (19:10 al descanso).

“El equipo ha estado muy bien, asumiendo la responsabilidad de un partido de octavos de final de un Mundial, consientes de sus posibilidades, y aportando lo que cada uno tiene dentro para sacar a delante el partido. Hasta mediada la primera mitad el choque ha estado igualado. Los brasileños han querido ralentizar nuestro juego, con ataques muy largos, pero con un 5:1 muy profundo, con mucha movilidad y ayudas, hemos provocado sus fallos, aprovechando los errores para correr y sentenciar el partido”.

Prueba de ello los 10 contraataques españoles por uno tan sólo de los brasileños.

El seleccionador ha vuelto a incidir en la importancia de “que están jugando los 16 jugadores muchos minutos, por lo que estamos frescos y eso se nota al no decrecer el ritmo de nuestro juego, aspecto que sí se nota en el resto de equipos”.

Conscientes que la trayectoria está siendo impecable, Isidoro Martínez no oculta que “estamos en el camino pero queda lo más difícil. Ahora a los jugadores hay que pedirles un esfuerzo máximo en lo mental, ya que en lo físico estamos lo frescos que se puede estar tras casi dos semanas fuera de casa. Ahora llega la hora de la verdad, partidos de máxima tensión y en el que cualquier fallo te deja fuera de la lucha por las medallas. La concentración debe ser máxima y ahora toca esperar a ver cuál es el rival de cuartos, que saldrá del partido Grecia-Túnez de esta tarde (19:30 hora española)”.

Juan Castro, central de la selección, y uno de los grandes protagonistas del partido de hoy, reconocía que “ha sido un partido típico de octavos de final, en el que la tensión es máxima ya que el que pierde se va para casa. Hay que valorar mucho este triunfo porque Brasil no es un equipo flojo ni mucho menos”.

Castro incide en la “buenas sensaciones que tenemos como equipo, como grupo, estamos muy unidos y ese se refleja en la pista. Debemos seguir en esta línea”.

Respecto a las armas españolas, la defensa ha vuelto a mostrarse solvente, algo que para el central “es, a priori, una de nuestras mejor bazas para afrontar los partidos, sin obviar el potencial ofensivo de la selección», partiendo siempre de la excelente dirección de juego de Juan Castro. “Estamos jugando bien, con confianza. Mi puesto es peculiar, ya que se dice que es el puesto en el que más tarde madura un jugador, pero el hecho de jugar en una liga tan competitiva como la española y rodeado de gente veterana también te hace crecer más y aprender mucho y más rápido. ¡Ojalá las cosas sigan saliendo igual que hasta ahora!”.

Para cuartos, Castro no tiene prioridades, “habrá que ganar al que venga. Grecia, como anfitrión, tendrá el apoyo de la grada y además están jugando muy bien. Túnez ya fue cuarto en el Mundial de hace dos años. Son dos buenos equipos, pero nosotros tenemos que seguir con nuestro trabajo”.