La selección española ha logrado un valiosísimo empate a 28 (18:13 al descanso) frente a Francia en la quinta y última jornada de la fase inicial del Campeonato del Mundo 2011 que se está disputando en Suecia, tras remontar, una vez más, una diferencia de 7 goles que los galos, campeones olímpicos, del mundo y de Europa, lograban en el minuto 39 y que prácticamente dejaba sentenciado el choque.

Pero España volvió a demostrar cuales son los pilares de su juego, la concepción de equipo, la colectividad y la capacidad de entrega, valores que sirvió para que los 4.000 espectadores del Kristianstad Arena jalearan la épica remontada del combinado español, ovacionando en pie a la conclusión del partido a una selección que ha dejado en esta primera fase su impronta y sus credenciales para lo que está por venir.

Valero apostó por un 6:0 inicial, consciente que pese al resultado del 5:1, el desgaste de partidos anteriores podría pasar factura en los momentos finales, algo que a la postre se evidenció determinante.

Sin embargo la muralla española era despedazada por un Karabatic, de largo el mejor jugador del mundo, epicentro del juego francés, desde el que todo empezaba, pasaba y acababa, dejando muchas perlas que saborear para los buenos aficionados a este deporte.

Un primer parcial de 4:0 (5:1 en el 6’) para Francia colocaba en una difícil situación a los de Valero, quien decidió por mantener la defensa con la consigna de ajustar las marcas para que la conexión Karabatic-Gille se cortocircuitara, ya que era su gran vía ofensiva.

Alberto Enterríos, máximo anotador con 7 goles, y elegido mejor jugador del partido, mantenía a España gracias a su aportación ofensiva reduciendo las diferencia a uno (5:4) en tres minutos de claridad, pero entonces emergió otra de las grandes figuras del partido, Omeyer, que con intervenciones felinas se hacía el dueño del balón, deteniendo en seco el empuje de la ‘Roja’.

Parecía un valladar inexpugnable, dándole tranquilidad a la artillería francesa, que con la aportación del joven zurdo Barachet y la efectividad de Guigou desde los 7 metros, abría una nueva brecha de 5 goles (14:9 en el 21’), que mantuvieron hasta alcanzar el descanso (18:13) con una doble exclusión para el cuadro español.

En la reanudación Francia siguió dando su particular exhibición hasta lograr su máxima renta de 7 goles (23:17 en el 39’). Fue entonces cuando Valero apostó por Ugalde para intentar frenar a Karabatic, y desde ese momento, España apeló a la historia vivida hace exactamente un año en Austria durante la disputa de la primera fase del Europeo (se remontaron 6 goles).

A medida que pasaban los minutos el equipo español comenzó a creer que la historia podría repetirse, y un Chema gris en la primera mitad, elevó el ritmo del juego a base de correr, defender y correr. Faltaban poco más de 9 minutos cuando Valero dio entrada a Maqueda por un exhausto Gurbindo, y la defensa volvió a demostrar que en los minutos finales tienen más piernas que el rival.

Con un pabellón en permanente estado de excitación viviendo prácticamente en pie los cuatro minutos finales, España creció un poco más y de la mano de Alberto Enterríos y un inconmensurable Albert Rocas, junto a paradas trascendentales de Sterbik, el luminoso se fue igualando hasta llegar al 28:28.

Onesta no daba crédito y el banquillo galo parecía en estado de shock cuando en un nuevo balón robado, Chema cruzó la pista  y cerrado por Jerome Fernández estrelló un misil en la base del poste de un Omeyer que no daba crédito a lo que estaban viendo sus ojos.

Faltaban 36 segundos y España, tras remontar 7 goles, había tenido el balón del triunfo. Ni es postrero tiempo muerto, ni la jugada ensaya para Abaló sirvieron para nada, ya que la figura de Sterbik apareció sobre la bocina para dejar las tablas en el marcador, que no impidieron que el equipo nacional festejara este empate como un triunfo ante el reconocimiento al esfuerzo de la afición que tomó parte a favor de los pupilos de Valero Rivera.

De este modo, Francia y España pasan a la siguiente fase con 3 puntos, por 0 de Alemania. Y tras la victoria de Islandia sobre Noruega, los islandeses serán primeros de grupo con 4 puntos, por delante de húngaros (2 puntos) y noruegos (sin puntos).

El orden de juego para España será, sábado, Noruega; lunes, Islandia; y martes, Hungria. Los horarios quedarán determinados por las negociaciones de las distintas televisiones.

Ficha técnica

28 – Francia: Omeyer; Abalo (3), Barachet (5), Karabatic (5), Accambray (1), Guigou (6, 4p) y Bertrand Gille (2) -equipo inicial- Karaboue (ps), Joli (1p), Junillon, Fernandez (3), Roine, Honrubia (1), Bingo, Dinart y Sorhaindo (1)
 
28 – España: Hombrados; Rocas (4), Gurbindo (1), Garabaya (2), Viran Morros, Alberto Entrerríos (7) y Juanín García (1) -equipo inicial- Sterbik (ps), Roberto García, Maqueda, Raúl Entrerríos (2), Cañellas (2), Chema Rodríguez (2), Romero (4, 3p), Ugalde y Aguinagalde (3) 

Marcador cada 5′: 4-1, 6-4, 9-6, 13-9, 15-11 y 18-13 (Descanso) 21-15, 23-18, 25-20, 27-21, 28-24 y 28-28 (Final)

Árbitros: Olesen y Pedersen (Dinamarca). Excluyeron por dos minutos a Accambray, Dinart (2) y Barachet por Francia; y a Cañellas, Gurbindo, Garabaya y Raúl Entrerríos por España. 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta y última jornada del grupo A del Campeonato del Mundo de Suecia disputado en el Kristianstad Arena ante unos 4.000 espectadores