Cuando los equipos nacionales Júnior y Promesas masculinos acaban de finalizar su participación en el Campeonato del Mundo 2011 disputado en Grecia y en los FOJE 2011 (Festival Europeo Olímpico de la Juventud), celebrados en Turquía, coge el relevo la selección Juvenil Masculina que entra en la recta final de su preparación para el Campeonato del Mundo que se jugará en Argentina del 10 al 20 de agosto.

Ha tenido una concentración muy intensa, en la que destacan los dos enfrentamientos con la selección de Qatar disputados en Doha, “con sendas victorias claras, pero con la intrahistoria de ver como lo han disfrutado, tanto los jugadores como nosotros, ya que nos trataron fantásticamente bien, y hemos vuelto con una vivencia inolvidable”, reconoce el seleccionador Alberto Suárez.

Ayer en Guadalajara pusieron el punto a final a la preparación, y tendrán cuatro días libres, “ya el martes nos volvemos a concentrar en Guadalajara y el miércoles volamos a Argentina. Allí jugaremos antes del inicio del Mundial, un par de partidos amistosos, uno frente a Serbia, y otro con Egipto o Francia”, confirma Alberto.

El seleccionador se encuentra ante el fin del ciclo de una generación en categoría juvenil. “Estamos 6/7 selecciones a un nivel muy parejo, Francia, aunque no estuvo en el pasado Europeo, Croacia, vigente campeona continental, Dinamarca, Alemania, Eslovenia, Suiza,…”.

Respecto a la competición, Alberto Suárez da importancia a la fase de grupos, pero enfatiza en que «el día que no se puede fallar es el 17 de agosto, en cuartos de final. En la primera fase, Suiza será un rival duro, que ya nos costó ganarle en el pasado Europeo de solo dos goles, Chile y Argentina están a un nivel muy parejo, muy competitivos, y los anfitriones contarán con el apoyo del público, y Gabón, aunque desconocemos su juego, espero que no nos sorprenda”.

España llega al Mundial como vigente subcampeona de Europa (perdió en la final 26:27 con Croacia), y con un bagaje importante en los más de 60 partidos internacionales que ha disputado esta generación. “Llevamos cuatro años trabajando con este grupo y  sólo hemos perdido cuatro o cinco partidos, llegando a todas las finales de lo que hemos jugado, perdiendo sólo en el Europeo. Por eso hemos querido descargar de actividad este año a los jugadores para que llegaran frescos a este Mundial, y lo cierto es que están a un nivel impresionante”, afirma Alberto.

“Además”, prosigue el seleccionador, “este grupo es un bloque muy homogéneo, competitivo al máximo, con carácter. Para estos jugadores estar en la selección es un orgullo, sienten los colores, la camiseta, y este Mundial es su sueño de verano. Se ha llegado a un punto de implicación en el que la selección es su familia por el buen ambiente que reina entre todos, algo que luego se transmite en la pista. Su grado de compromiso es nuestra principal baza para un Mundial en el que queremos aspirar a todo”.